La ventana
La chica se sienta frente a la ventana, piernas encogidas, brazos rodeando las piernas. Desnuda, en una habitación sin muebles, sin nada... sólo con una única ventana en una de las paredes, por la que asomarse al exterior. Fuera, tras el cristal, hay todo un mundo que le genera sensaciones encontradas, la primera de todas, miedo.
Miedo a no poder aguantar de pie el más mínimo contratiempo, miedo a que cualquier momento bueno sólo sea un paréntesis, miedo a no llegar, a estar sola, incluso a sentirse sola sin estarlo y no saber ver a la gente a su alrededor.
Pero no es el miedo lo único que encuentra al mirarse dentro... También, aunque en menor medida, hay ganas, ganas de hacer cosas, de sonreír -es una chica de sonrisa fácil, hasta risuenya, cuando sus demonios la dejan-, ganas de salir a ese mundo que teme y poder hacerse con él sin que las lágrimas surquen sus mejillas cada noche que pasa sola.
La chica se revuelve, se levanta para mirar más allá y vuelve a sentarse en su sitio, temerosa de que alguien la vea y le adjudique alguna de las etiquetas que ella misma se creyó hace tiempo: inútil, loca, infantil, falta de voluntad... Para la gente es difícil entender que ella prefiera estar resguardada en un cuarto oscuro a salir afuera, donde espera la luz, el movimiento, la vida. Y no es que ella lo prefiera... es que no sabe salir, es que el miedo la paraliza, es que hay demasiados es que's.
Y aún así, quizá algo dentro de ella se esté transformando, quizá se esté preparando para sacar los miedos, doblarlos bien dobladitos y dejarlos en una esquina de la habitación, y abrir la ventana, aun desnuda, aun con los nuevos miedos creciéndole dentro, y gritar. Quizá descubra, después de tanto tiempo, que está en un bajo y que un pequenyo salto basta para salir del cuarto oscuro. Quizá esté en un noveno y no pueda salir sin ayuda de bomberos... pero habrá dado el paso de querer salir.
Y tal vez lo haga pronto... o tal vez se consuma en el cuarto, muerta de miedo, frío y soledad. De momento, por si acaso, intenta recordar los versos del poema de Benedetti, aquel de la alegría tirando piedritas a la ventana... para animarse a abrirla.
[La imagen que encabeza este post está sacada de la galería que DWRowan tiene en flickr. El poema de Benedetti al que hace referencia el texto os lo copio aquí debajo, porque es uno de esos imprescindibles que espero que disfrutéis tanto como yo... y la chica que está en el cuarto oscuro]
Miedo a no poder aguantar de pie el más mínimo contratiempo, miedo a que cualquier momento bueno sólo sea un paréntesis, miedo a no llegar, a estar sola, incluso a sentirse sola sin estarlo y no saber ver a la gente a su alrededor.
Pero no es el miedo lo único que encuentra al mirarse dentro... También, aunque en menor medida, hay ganas, ganas de hacer cosas, de sonreír -es una chica de sonrisa fácil, hasta risuenya, cuando sus demonios la dejan-, ganas de salir a ese mundo que teme y poder hacerse con él sin que las lágrimas surquen sus mejillas cada noche que pasa sola.
La chica se revuelve, se levanta para mirar más allá y vuelve a sentarse en su sitio, temerosa de que alguien la vea y le adjudique alguna de las etiquetas que ella misma se creyó hace tiempo: inútil, loca, infantil, falta de voluntad... Para la gente es difícil entender que ella prefiera estar resguardada en un cuarto oscuro a salir afuera, donde espera la luz, el movimiento, la vida. Y no es que ella lo prefiera... es que no sabe salir, es que el miedo la paraliza, es que hay demasiados es que's.
Y aún así, quizá algo dentro de ella se esté transformando, quizá se esté preparando para sacar los miedos, doblarlos bien dobladitos y dejarlos en una esquina de la habitación, y abrir la ventana, aun desnuda, aun con los nuevos miedos creciéndole dentro, y gritar. Quizá descubra, después de tanto tiempo, que está en un bajo y que un pequenyo salto basta para salir del cuarto oscuro. Quizá esté en un noveno y no pueda salir sin ayuda de bomberos... pero habrá dado el paso de querer salir.
Y tal vez lo haga pronto... o tal vez se consuma en el cuarto, muerta de miedo, frío y soledad. De momento, por si acaso, intenta recordar los versos del poema de Benedetti, aquel de la alegría tirando piedritas a la ventana... para animarse a abrirla.
[La imagen que encabeza este post está sacada de la galería que DWRowan tiene en flickr. El poema de Benedetti al que hace referencia el texto os lo copio aquí debajo, porque es uno de esos imprescindibles que espero que disfrutéis tanto como yo... y la chica que está en el cuarto oscuro]
* * * * *
PIEDRITAS EN LA VENTANA
De vez en cuando la alegría
tira piedritas contra mi ventana
quiere avisarme que está ahí esperando
pero me siento calmo
casi diría ecuánime
voy a guardar la angustia en un escondite
y luego a tenderme la cara al techo
que es una posición gallarda y cómoda
para filtrar noticias y creerlas
quién sabe dónde quedan mis próximas huellas
ni cuando mi historia va a ser computada
quién sabe qué consejos voy a inventar aún
y qué atajos hallaré para no seguirlos
está bien no jugaré al desahucio
no tatuaré al recuerdo con olvidos
mucho queda por decir y callar
y también quedan uvas para llenar la boca
está bien me doy por persuadido
que la alegría no tire más piedras
abriré la ventana
(Mario Benedetti)
PIEDRITAS EN LA VENTANA
De vez en cuando la alegría
tira piedritas contra mi ventana
quiere avisarme que está ahí esperando
pero me siento calmo
casi diría ecuánime
voy a guardar la angustia en un escondite
y luego a tenderme la cara al techo
que es una posición gallarda y cómoda
para filtrar noticias y creerlas
quién sabe dónde quedan mis próximas huellas
ni cuando mi historia va a ser computada
quién sabe qué consejos voy a inventar aún
y qué atajos hallaré para no seguirlos
está bien no jugaré al desahucio
no tatuaré al recuerdo con olvidos
mucho queda por decir y callar
y también quedan uvas para llenar la boca
está bien me doy por persuadido
que la alegría no tire más piedras
abriré la ventana
(Mario Benedetti)
12 Susurros:
El primer paso es asomarte a la ventana, para, al menos, despejar esa duda, de si es un bajo o un noveno.
Si hay que ir bajando escalones, se bajarán. Dalo por seguro. Se bajarán al ritmo que sea necesario.
:*
Lo importante es salir, unos hacia la luz otros... nos gusta la oscuridad. Pero una oscuridad repleta de sensaciones, de gente, música, sonrisas... ya sabes de que hablo.
Besoooooooo
Edu
bonito texto!
bss
Y por qué coooojj... Benedetti siempre sabe decir lo que pienso????
La vida está fuera, y también dentro. Que abra la ventana y se asome, y que vuelva a su oscuridad siempre que la necesite. Un beso.
Yo soy tan cenutria que ni tirándome un pedrusco de diez kilos, oiga, :-)
Muuuuaks.
Precioso blog, creo que me pasaré amenudo
Besoss
Primero que nada , lo provoco la visita fue el nombre del blog. El silencio me desvela en pensamientos, su ambiguedad y exactitud,su pureza y significación me provocan demasiadas sensaciones.
Con respecto al texto me gusto lo que transmite, super triste pero bello al fin.
Te invito a leerme en www.acabarconelabsurdo.blogspot.com
acabamos con el absurdo?
Que disfrutes esta Navidad, Gacelita. Que nunca más pueda lo malo con lo bueno, y que en 2007 todos los minutos estén llenos de luz y de razones para ser feliz.
Cundo puedo entro en domingo casual y a traves de el me asomo a sus amigos,eso me permite llevarme alguna sorpresa y leer cosas tan bonitas como esta ,melancolico pero bonito .el dia que sepa hacer un enlace en el mio te pondre,volvere a leerte.
Cuando es asco sopla en la ribera
de un rio
y se escurre la densa polucion
de plasticos, condones y marismas
que se acercan a la costa
cuando miles
de personas son quemadas a la orilla
de un ganges sin hogueras
podemos decir que rosas viajan
sin heridas en hediondas vasijas
perforadas al medio
cemento que llega
al medio de luna ciegas
en las casas
en taburetes blancos
malolientes
Abajo las taciturnas
paredes
bajan restos de comida que se pudren al sol
hoy, el calor es agobiante
el calor que viene del norte
es fetido
somo millones de hombre en las hogueras
sin fuego a la vera del rio marron
hombres
de un lado y del otro
hombres que tenemos dos banderas
una a tres bandas anchas
otra a pequeñas rayas
los dos soles
un mismo mar
un mismo idioma
un celeste cielo que nos une
ojos de vaca que miran a europa
ovejas
lana
ovillada por manos de telares que hace ropa para el frio de Europa
son como hambre y pan duro
en nuestro invierno
otras lucieran la ropa
en via bonaparte en Milan
Girona reluce de la Plata
del Rio de la Plata
y no hay deshielo
solo anhelo de lluvias
sobresaltos en el estuario.
(puedo seguir hasta que me aburra)
(si no lo has entendido a De Benedetti, TE JURO QUE VENDRE TODOS LOS DIAS HASTA HARTARTE)
jajajajaja.
FROM ARGENTINA!!!!!!!!
Paso el resto de sus dias, mirandose a los ojos, buscando aquel brillo,que alguna vez vio
Murio, sin saber, que sus ojos brillaban, no al mirar el espejo, sino la ventana
http://www.xinfronteras.com/urgentemar.html
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