Hace unos meses escuché una canción en la radio que me gustó, busqué el grupo que la cantaba y poco tiempo después iba canturreando las canciones de su par de discos publicados, encantada de la vida y bien contenta de haber encontrado algunas canciones más que aprenderme y con las que acompanyarme. Cuando me enteré de que daban un concierto cerca, yo, que soy poco de ir a conciertos, decidí que esta vez sí, y después de convencer a un amigo para que fuera conmigo, allí que nos plantamos el día fijado, con tiempo más que de sobra.
Una vez allí nos dimos cuenta de que no parecía que fuéramos el público mayoritario de ese grupo, no. Porque lo que abundaba allí eran adolescentes con las hormonas por las nubes y el pavo pelín subido, muy gritonas -pero no de las letras de las canciones, no, gritonas sin más-, que intentaban esconder la bebida que llevaban dentro de sus cazadoras de las formas más peregrinas, ya que al recinto no se podía entrar con comida o bebida de fuera.
En fin, ese día llovió y el concierto se suspendió, y para cuando finalmente se celebró, mi amigo y yo nos habíamos aprendido un poco la lección: ya no intentamos llegar con tiempo y directamente nos fuimos a las gradas, donde el concierto se viviría menos intensamente pero al menos no te entraban ganas de cantarle las cuarenta a una cría que se dedica a divertirse quemando con un cigarro las cazadoras de la gente que tiene cerca, adolescente incomprendida, cuánto dolor.
Para un grupo nuevo que conozco que me llama la atención lo suficiente como para hacerme ir a un concierto, descubro que es el grupo adorado por muchachas quinceanyeras con las hormonas desatadas. Pero eso no es todo... hace unos días, en una zapatería, vi un modelo que me gustó mucho y me acerqué para verlo mejor... pues sí, el cartel de al lado decía algo así como: ¡llévate las zapatillas de tus ídolos de Física o Química*!
Y... me las llevé. Ains, que hasta en la caja de cartón donde venían aparecía el logo de la serie, para que no tenga duda de que luzco unas auténticas zapatillas Física o Química. ¡Ya puedo vestir como "mis ídolos"! Diox mío, está visto que mis gustos tienden al quinceanyerismo total... ¿estaré viviendo una segunda adolescencia?
*Por si alguien no la conoce, es una serie de TV que echan por estos lares, tipo Al Salir de Clase (que fue la que yo pillé en mi época), que se desarrolla en un instituto y que, supongo, tendrá como protagonistas a adolescentes de hormonas desatadas que se lían y deslían continuamente entre sí.
Una vez allí nos dimos cuenta de que no parecía que fuéramos el público mayoritario de ese grupo, no. Porque lo que abundaba allí eran adolescentes con las hormonas por las nubes y el pavo pelín subido, muy gritonas -pero no de las letras de las canciones, no, gritonas sin más-, que intentaban esconder la bebida que llevaban dentro de sus cazadoras de las formas más peregrinas, ya que al recinto no se podía entrar con comida o bebida de fuera.
En fin, ese día llovió y el concierto se suspendió, y para cuando finalmente se celebró, mi amigo y yo nos habíamos aprendido un poco la lección: ya no intentamos llegar con tiempo y directamente nos fuimos a las gradas, donde el concierto se viviría menos intensamente pero al menos no te entraban ganas de cantarle las cuarenta a una cría que se dedica a divertirse quemando con un cigarro las cazadoras de la gente que tiene cerca, adolescente incomprendida, cuánto dolor.
Para un grupo nuevo que conozco que me llama la atención lo suficiente como para hacerme ir a un concierto, descubro que es el grupo adorado por muchachas quinceanyeras con las hormonas desatadas. Pero eso no es todo... hace unos días, en una zapatería, vi un modelo que me gustó mucho y me acerqué para verlo mejor... pues sí, el cartel de al lado decía algo así como: ¡llévate las zapatillas de tus ídolos de Física o Química*!
Y... me las llevé. Ains, que hasta en la caja de cartón donde venían aparecía el logo de la serie, para que no tenga duda de que luzco unas auténticas zapatillas Física o Química. ¡Ya puedo vestir como "mis ídolos"! Diox mío, está visto que mis gustos tienden al quinceanyerismo total... ¿estaré viviendo una segunda adolescencia?
*Por si alguien no la conoce, es una serie de TV que echan por estos lares, tipo Al Salir de Clase (que fue la que yo pillé en mi época), que se desarrolla en un instituto y que, supongo, tendrá como protagonistas a adolescentes de hormonas desatadas que se lían y deslían continuamente entre sí.
Es un síntoma inequívoco de que estás volviendo a ser niña ¿no es maravilloso? ¡Bienvenida a la involución del ser!
ResponderEliminar:D
Besos
En el fondo son los rastros de la niñes los que mucas veces son hacen seguir escribiendo.
ResponderEliminarY fuera de eso, la adolecencia es una época espectacular de emociones fuertes como me gustan, espero nunca perder eso. Suerte con todo esto :)
Vas de mal en peor xD
ResponderEliminarGenial a mi me està pasando algo semejante, me dejaròn bajo mi custodia a mi sobrina de 13 años y yo en el invento de ser mamá para poder entederla le compre los 7 habitos de los adolescentes altamente efectivos, termine leyendolo yo, y gozando un mundo, y le pedí que me prestara sus tenis ¿crisis? adolescencia perdida no lo se pero ocurre Saludos
ResponderEliminarLos niños crecen. Los adolescentes, siguen creciendo. Pero, ¿sabes qué? eso no significa que nos convirtamos en otras personas. Sólo es que conocemos más, y lo que era enorme lo es menos por comparación. Pero la verdad, es que la edad, no marca lo que nos gusta. Como mucho, determina que cosas aceptamos que nos gustan.
ResponderEliminarJajá. Muy bueno. Yo decidí que ya era demasiado mayor cuando salí de botellón y vi que la media no llegaba ni a la adolescencia total. ¿Dónde nos metemos los veinteañero/treintañero? Esto de hacerse mayor es muy malo.
ResponderEliminarPero al final te lo pasaste bien en el concierto?, no me queda muy claro :-)
ResponderEliminarBuff, no me hables de Física o Química, que me enganché a los episodios antiguos en Febrero de la manera más tonta, zapeando a la espera de otra serie...
El sábado que salí de marcha sin quedar con nadie, y fuy recorriendo todos los garitos que conocía, sin ver ni siquiera rostros familiares, y rodeado de una generación mucho más jóven y con rituales y lenguajes desconocidos para mi, me di cuenta que había acabado una etapa.
Sí, si en el concierto sí que me lo pasé bien (nos lo pasamos bien, espero), si es que el grupo me gusta, me gustan las canciones, me sé las letras... lo único era que me sentía un poco fuera de lugar entre tanta efervescencia hormonal! :-)
ResponderEliminarPrimera visita a este blog, muy bueno por cierto , saludos
ResponderEliminarMientras no te salgan granos...
ResponderEliminarXD
Mks.
Nada de que cuestionarse.
ResponderEliminarEs perfectamente normal sentirnos asi... por lo menos para quienes ya no somos pubertos... jajaja...
Preocupate el dia que veas a un crio observando una desktop y preguntandose: ¿qué es eso?... ese dia tendremos como 70 años y realmente ya no tendremos nada que hacer en un concierto ni mucho menos comprando objetos promocionados en series juveniles.
Saludos,
fer
Ayer a las 19h, me estaba probando un par de vestidos en H&M, iba con una amiga, le enseñé encantada como me quedaba el rojo. Mi amiga no atinó a decir nada, y resaltó algún defecto, "no vees que no te marca bien el pecho, ¿con qué te lo vas a poner?"... Me probé el otro vestido, a lo que me dijo, "mucho mejor, este te marca bien las curvas, y no pareces una niña como con el otro". Lo compré, está en la bolsa con el ticket, listo para ser cambiado por el rojo, el mismo martes si es posible.
ResponderEliminarÖ_Ö