Silencio
Hay situaciones en las que no sé qué decir, en las que me parece que cualquier palabra estaría de más, sobraría, no es el momento, no es la ocasión. Ante el dolor de la otra persona me hago pequenya y casi desaparezco, no encuentro las palabras adecuadas -quizá no las haya-, pierdo mi voz. "Lo siento mucho", diría, y es cierto que lo siento, pero me suena a lamento hueco, vacío, por lo que acabo escogiendo el silencio, la distancia. Y si algo quiero en este momento es que me sienta cercana, que pueda acudir a mí si eso la calma en algo, pero no encuentro el camino para ese acercamiento.
Silencio. Y no llamo, como hice también con otra Ella cuando pasó por aquel trance difícil que igualmente me dejó sin palabras, garganta seca, hasta que llega un momento en que los meses acumulados sin marcar su número pesan tanto que agarrotan la mano, paralizan los dedos, y cada vez se hace más difícil decidirse a encontrar su voz al otro lado de la línea. Culpabilidad por no haber sabido estar ahí, por haber concedido (¿impuesto?) una distancia de la que después no sabes cómo escabullirte, cómo escapar.
Silencio. No deja de ser curioso que, habiendo estado el dolor tan presente en mí historia, cuando lo veo reflejado en otros ojos que se empanyan, en otra voz que se quiebra... me paralice así, no sepa cómo reaccionar, incluso cambie de tema inoportunamente, como queriendo disfrazarlo de normalidad, de aquí no pasa nada. O que recurra al vacío del silencio, sin haber aprendido nada en todo este tiempo, sin saber ser para otros un poco de ese apoyo que yo sí recibo cuando más lo necesito.
Sólo espero que el silencio de hoy, de esta semana... no se haga grande, no nos devore. Que la próxima vez que te vea, con un abrazo me salte ese muro y a ti te sirva de algo. Aunque hoy calle... no sé hacer otra cosa, no sé si debería hacer otra cosa. Lo siento mucho.
Silencio. Y no llamo, como hice también con otra Ella cuando pasó por aquel trance difícil que igualmente me dejó sin palabras, garganta seca, hasta que llega un momento en que los meses acumulados sin marcar su número pesan tanto que agarrotan la mano, paralizan los dedos, y cada vez se hace más difícil decidirse a encontrar su voz al otro lado de la línea. Culpabilidad por no haber sabido estar ahí, por haber concedido (¿impuesto?) una distancia de la que después no sabes cómo escabullirte, cómo escapar.
Silencio. No deja de ser curioso que, habiendo estado el dolor tan presente en mí historia, cuando lo veo reflejado en otros ojos que se empanyan, en otra voz que se quiebra... me paralice así, no sepa cómo reaccionar, incluso cambie de tema inoportunamente, como queriendo disfrazarlo de normalidad, de aquí no pasa nada. O que recurra al vacío del silencio, sin haber aprendido nada en todo este tiempo, sin saber ser para otros un poco de ese apoyo que yo sí recibo cuando más lo necesito.
Sólo espero que el silencio de hoy, de esta semana... no se haga grande, no nos devore. Que la próxima vez que te vea, con un abrazo me salte ese muro y a ti te sirva de algo. Aunque hoy calle... no sé hacer otra cosa, no sé si debería hacer otra cosa. Lo siento mucho.
8 Susurros:
Creo que todos nos hemos sentido defraudados alguna vez con nosotros mismos por no haber estado al lado de esa persona que nos necesitaba. Lo importante es coger fuerzas para remediarlo. Ánimo. Beijinhos.
A mí tampoco me salen las palabras, y por eso he aprendido a abrazar o besar con fuerza, para intentar transmitir mi cercanía, cuando alguien se siente mal.
Ay...
Mks.
Yo también soy incapaz de encontrar que decir ante las desgracias o las situaciones difíciles de las personas que me importan. Además tengo que ir con mucho cuidado porque si me descuido lo que sí me salen son lágrimas ... y eso aún es peor!!
Un abrazo!!
He intención de publicar algo como esto en mi página web y me dio una idea. Saludos.
Sin duda alguna, a veces el silencio dice mas que mil palabras, el quedarnos callados dice que tenemos el dolor en nuestra alma y que no podemos, o no queremos, sacarlo, externarlo y hacer que esa persona que hoy esta sufriendo, sepa lo mucho que nosotros sentimos su dolor, el silencio es el mayor simbolo del dolor, el silencio es el mayor motivo para saber que estamos sufriendo con esa persona... el silencio, curiosamente, es el grito mas fuerte del dolor... por eso y mas, el silencio es el mejor aliado en los momentos mas dificiles...
Me encanta tu blog!
Eres una persona tan expresiva, tus entradas me llegan, pero sobretodo me ha gustado mucho esta.
Todods nos sentimos asi alguna vez, no te sientas culpable ni te defraudes contigo misma, a veces puede ser que lo mejor sea callar y que el silencio actue.
Besoos :)
Es muy complicado acercarse a alguien que sufre sin que te afecte.No hace falta decir nada, simplemente, si tienes fuerzas para hacerlo, está, y no pasa nada, no somos salvavidas, sino seres humanos y por cierto, eres perfecta, así que hagas lo que hagas si es lo que sientes, bien hecho está.
Un abrazo
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