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lunes, febrero 27, 2012

Sobre valentía y miedos

- ¿Un hombre puede ser valiente cuando tiene miedo? -preguntó Bran después de meditar un instante.
- Es el único momento en que puede ser valiente -dijo su padre-.

(Juego de Tronos - George R. R. Martin)

A veces es difícil ser valiente. Precisamente por ese miedo -el que significará que somos valientes-, que nos llega a atenazar y robar el aire de los pulmones. A veces no es fácil encontrar el camino, decidirse a salir del abrazo del edredón de nuestra cama -segura, cálida-, y dar los pasos por el camino sin marcar con baldosas amarillas, que quizá nos llevará por terrenos pantanosos, quizá por arenas movedizas.

Y (al menos según dice el padre de Bran en el texto que citaba al comienzo del post) ahí reside nuestra valentía. En superar esos miedos, en tirar para delante aun cuando no tengamos claro dónde nos lleva el camino, en dar un paso y tras ese paso otro y otro más, en no sentarnos a esperar en una silla al borde del camino, no encerrarnos en casa, no quedarnos en la cama tapados hasta las cejas.

Nunca me he tenido por valiente, me dan miedo demasiadas cosas y asociaba ese miedo a cobardía. Pero fue leer esta frase y pensar que quizá los que más miedos tienen (tenemos) son a su vez los que más oportunidades tienen de demostrar que son capaces de superarlos, no todos a la vez ni de golpe; no siempre tampoco, habrá veces que nos dobleguen; pero sí poco a poco, con paciencia y apoyándonos en ese entorno que con suerte tendremos cerca y que rema con nosotros, peleando codo con codo.

Y si es así... tal vez no soy tan cobarde como me pienso. Porque llevo mucho tiempo lastrando un gran saco de miedos de todos los colores, pero intento no dejarme vencer por ellos y seguir moviéndome, permanecer activa, hasta a veces me enfrento a retos e incluso algunas de esas veces salgo victoriosa de esos enfrentamientos. Valiente... no siento que sea una palabra que me defina, ni mucho menos, pero ya tampoco cobarde lo hace.

[Sí, por fin empecé la saga de Canción de Hielo y Fuego, después de haberme hecho la remolona algunos anyos. Y la estoy disfrutando, a sorbitos, a ratitos, saboreándola. Así que ahí estoy, rodeada de tomos de libros de bolsillo que no sé en qué estantería voy a conseguir encajar ;-) ]

3 comentarios:

  1. Que bien gacela, darse cuenta es el primer paso, conocer nuestros miedos nos hace un poquito más libres de ellos.

    Creo que lo valiente es que el miedo no te atenace, no dejar de ser uno mismo sólo por miedo...así que puede que si que seas valiente tan sólo por planteartelo, levantarte de esa cama cómoda y salir a la fría realidad.

    Me ha traido muchas sensaciones esta entrada, gracias.

    Un abrazo

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  2. :)

    Una de tantas veces que te leo y me veo.

    Echo de menos una buena charla contigo.

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  3. No creo que no seas valiente. Estar ahí, escribiendo tras una pantalla y hacerlo llegar a resto del mundo es valentía. Expresar lo que piensas de la forma en la que lo haces, definitivamente no es de cobardes.
    Como lectora siento que tus palabras son más que palabras y que tras ellas se esconde verdad, o al menos, sinceridad.
    Haces que reflexione sobre mi misma y consigues que me identifique entre las frases que escribes.
    El miedo es algo humano, y en mi opinión completamente imprescindible ya que nos hace mantener los pies en el suelo. Si no hay miedo, hay locura. Lo importante es no dejarse vencer por él. A veces es necesario respirar hondo y dar el paso, paso a algo que no sabes como a acabará, y por eso, da miedo. Lo desconocido nos inspira temor, pero nadie dijo que era fácil lo que realmente merecía la pena.

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