Exp...
Te exprimes. Te expones. Explotas.
Te exprimes. Intentas hacer esto, lo otro, lo de más allá, llegar a todas partes, estar para todos y también para ti. Dar lo mejor de ti en cada momento, hacer las cosas lo mejor que sabes, arreglar este roto y aquel descosido. Pelearte esto en lo que crees, aquello que también es importante y una cosa más que también necesita un toque. Estar aquí, allí y en este otro sitio en el que también hay que hacer algo, cambiar, florecer revoluciones. Y quieres hacer tuyas todas las peleas en las que te sientes parte, todas las luchas, todas las batallas. Te exprimes -y lo curioso es que no te exprimen otros, te exprimes tú-.
Te expones. A fuerza de exprimir te vas haciendo blandita, vas mermando fuerzas. A fuerza de batallar, un día es organizar una jornada de charlas para que salga perfecta, contra viento y marea; otro es salir de una plaza infestada de antidisturbios con ganas de sangre; otro, resucitar lo abandonado e insuflarle vida; además del trabajo y las prisas por no llegar nunca a los plazos, y la lavadora sin poner y el suelo sin barrer y la nevera pidiendo auxilio... y te vas haciendo pequenya entre tanta tarea demasiado grande, te vas agotando y dando pasitos cada vez más cortitos que no te sirven para llegar a todas esas partes en las que querrías estar y ya no puedes.
Y explotas. No con un "BOOOOM" en mayúsculas, como acostumbrabas a hacer, no con una explosión atronadora que derrumbe los edificios cercanos. Pero explotas dentro y no quieres hacer tuyas más luchas ni batallas ni peleas ni siquiera discusiones en el patio de vecinos. Explotas dentro y tienes suenyo y ganas de arroparte, y te tomas algún pequenyo círculo blanco ranurado por la mitad para cerrar los ojos unas horas -sólo unas horas- y poner la mente en blanco y el cuerpo en off. Explotas dentro y de pronto todas las voces amigas que esperan fuera se quedan ahí, fuera, porque creas barreras que -los pocos a los que les interesa- no saben cómo traspasar. Explotas dentro y tendrá que pasar un tiempo hasta que reconstruyas órganos internos, des puntadas con hilo que coloquen de nuevo cada célula en su lugar y vuelvas a tener ganas de sonyar despierta, de pelearte esos suenyos.
Y de aprender a hacerlo sin exprimirte hasta el agotamiento, sin exponerte hasta la total vulnerabilidad y sin explotar hasta quedar, una vez más, hecha anyicos.
7 Susurros:
Ánimo!! Eres fuerte porque siempre te vuelves a levantar.
Sabes que siempre es igual, es un mundo muy cansado de vivir, pero a veces encontramos tesoros que lo compensan todo, sólo tienes que seguir un poco más hasta que encuentres otro.
Un abrazo de los de verdad.
la implosión suele ser más dura que la explosión...curioso que hace dos días estuviese enseñando a cuidarse a los que cuidan...cuídate, mímate y entonces podrás cuidar más y mejor si eso es lo que quieres hacer...a veces mirarse un poquito más el ombligo ayuda, aunque sean solo 5 minutos al día...cuidate,y si necesitas algo, silba! :*
Tal vez el camino sea interno, llevamos toda una humanidad exprimiendonos a nosotros mismos, tratando de ser el que creemos que tenemos que ser, la imagen, el hijo, el amigo, el amante, el ciudadano perfecto...todo eso nos acaba explotando, no porque alguien nos obligue, contra eso nos rebelaríamos, sino porque somos nosotros mismos quien nos exprimimos....
Tal vez ese sea nuestro trabajo, sentir y sentirnos y no hacer nada más allá de lo que sentimos.
La rEvolución es interna.
Un abrazo lleno de energía y descansa(te).
Uf, cuánto he tardado yo en aprender a explotar hacia fuera y qué bien me ha sentado. Dejas por ahí algunos daños colaterales pero qué le vamos a hacer, no puedes estar toda la vida suturándote el corazón. Imagino que aprender a hacerlo al revés tampoco es fácil, pero duele mucho más.
Tal vez necesitemos llegar a ese límite para empezar a crecer con mayor lentitud pero esta vez eligiendo mejor nuestras batallas. 1beso.
Que siempre estoy por decirlo; que buen blog el tuyo.
Que siempre te leo ninya, eres una gran escritora.
Que siempre quedan caminos, lugares y deseos por descubrir; pero que tenes que relajarte, respirar y dejar que vengan a ti. No exprimirte a ti misma.
Que siempre que estes abierta a que lleguen, llegaran.
Que siempre mires adelante!
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