60 bofetadas
60 bofetadas para aplacar la angustia
60 bofetadas para silenciar las voces en mi cabeza
60 bofetadas para intentar salir del laberinto de mi mente
60 bofetadas para hacer funcionar a mis pulmones y volver a coger aire y expulsarlo normalmente
60 bofetadas con la palma abierta, para recordar aquella que me dio mi tía siendo yo ninya
60 bofetadas para saber qué es exactamente lo que me duele y que ese TODO ambiguo se concrete en algo
60 bofetadas para organizar mi caos interno
60 bofetadas para descargar mi rabia e ira en alguien sin que tenga consecuencias
60 bofetadas para pintar colorete en media cara, como si media Heidi y media Yo convivieran en el mismo rostro
60 bofetadas para no buscar salidas peores que 60 bofetadas
60 bofetadas son suficientes...
...hasta que 60 bofetadas no son suficientes.
Y entonces, vuelta a empezar.
[Texto escrito originalmente el lunes 23 de septiembre, sexto día de este nuevo viaje al lugar de paredes blancas y mesas verdes]
Abrazo.
ResponderEliminar;-)
Cada vez que veo una entrada tuya con este título se me encoge el alma.
ResponderEliminarUn abrazo muy fuerte, como tú, que lo eres.