Y pasaron otras Navidades más, y acabó el 2014 y entramos con buen pie en el 2015 y parecía que, por una vez, todo salía como se esperaba o incluso mejor. Para las fiestas nos reunimos toda mi chiquita familia y hasta los que llevaban años evitando coincidir en un mismo espacio-tiempo por aquello de no tener que dirigirse la palabra, se reunieron también y no saltaron las alarmas ni llovieron las puñaladas (aunque hubo algo parecido a una katana y también una estrella ninja que pasó de unas manos a otras).
Este año, que me pillaba ya siendo pensionista por enfermedad, tuve la sorpresa de la paga extra (años que llevaba sin ver algo así en mi cuenta bancaria), así que pude perderme varios días por distintas tiendas buscando el regalo que hiciera sonreír a mi madre, mi chico, mi prima ya-no-tan-pequeña, sin ir restando mentalmente de la cuenta corriente para no quedarme en números rojos. Y en la mañana del 25 de diciembre, nuestro árbol de Navidad amanecía como veis en la foto, casi con el cartel de "Completo".
También conseguí que la última noche del año, que para mí es especial aunque ya sé que es una hoja más del calendario... pero esa última noche la disfruté, primero con la familia de mi chico y la pequeña bebé que ha ido creciendo con ellos este año, y luego tomando las uvas, brindando y finalmente celebrando el nuevo año con nuestra gente en el centro social que hemos conseguido mantener abierto estos meses a pesar de la orden de desalojo que pende sobre él.
Y ahora aquí estamos, con el 2015 ya iniciado y algunas de las mismas dudas que siempre tengo, de nuevo dando vueltas cabeza arriba, cabeza abajo. ¿Me mantendré mínimamente estable este año? ¿Tendré que visitar, como el año pasado y el anterior, la estancia de paredes blancas y mesas verdes? ¿Conseguiré organizar mi tiempo, plantearme actividades que me hagan salir de casa y, más importante aún, que me hagan sentir útil, válida, que me hagan sentir que despertarme día tras día merece la pena?
Es un año nuevo que está por construir, y ya veremos después si construyo una cárcel o un jardín soleado. La suerte está echada.
¿Sentirte útil y válida?
ResponderEliminarQuerida "Gritando en Silencio", si me permites el atrevimiento del comentario, creo que la única que puede dar respuesta a esas preguntas sois tú.
Pero puedo asegurarte que las ganas que le pongas al día a día luego de levantarte, serán las que impriman en ti las fuerzas para recorrer el camino del éxito.
Te deseo un muy feliz 2015 y todas las fuerzas necesarias para hacer de tu hermosa vida, toda una experiencia!