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viernes, agosto 05, 2022

Madrid


Madrid

y sus violencias prisas hostilidades aislamientos precariedades abandonos

(Y podríamos seguir: Madrid, con sus maltratos sus fascistas con sus correas su explotación con sus opresiones sus plantas de encierro psiquiátrico con sus CIEs y centros de menores con su machismo racismo capacitismo cuerdismo con su LGTBfobia gordofobia niñofobia... y puntos suspensivos que reflejen tanto como urge, urge, URGE cambiar).

Madrid, aceptando ser construida en base a estas violencias cotidianas sin pararse a siquiera verlas y mucho menos resolverlas, sin reconocerlas desde un proceso de verdad justicia y reparación que devuelva la dignidad arrebatada y sane heridas retroalimentadas por más violencia institucional. 

Madrid, donde si por error o marketing sí se detiene alguien a incluir alguna violencia en su discurso, encuentra fácil la manera de responsabilizar al individuo dañado antes que al sistema dañino.   

Madrid, así, nos enferma y nos mata. De Madrid al cielo, de Madrid al infierno.

Y esto no es solo Madrid, claro. Madrid es mi circunstancia, mi anécdota sangrante particular. Esto es el mundo que nos hemos dado, nos han dado. Esto es el mundo que nos mata antes de tiempo mientras lo asfixiamos también a nuestra vez.


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La producción social desigual del daño y la toma de responsabilidad por ello y por las consecuencias brutales en nuestros cuerpos, nuestra salud y vida, también repartidas muy desigualmente geográficamente y según qué opresiones nos vertebren a cada una entre quienes nos toca estar al otro lado de la barrera... no importa, no importamos, son/somos daños colaterales para los de siempre.

¡Para qué estudiar las alternativas, para qué cambiar nada! "Si algo funciona no lo toques", dicen aún algunos mientras el mundo se desmorona y nosotras nos resquebrajamos o explotamos en pedacitos. "Si algo funciona no lo toques", espero que sea el último grito que oigan de su propia boca cuando ya no quedemos ninguna de nosotras para ser maltratadas y devoradas y acaben por ser ellos también el postre final del monstruo que crearon tranquilos porque sus víctimas siempre íbamos a ser otras nosOtras. 

Si no cabemos en este mundo, no cabrá nadie tampoco. 

Caerán con nosotras. 

Caeréis. 

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