Pereza, pereza, pereza.
Pensar en otra vez -una vez más, y van... -, contarle a quien no sabe nada de mí, otra vez abrir puertas, otra vez buscar si hay esa conexión necesaria, otra vez reaprender a confiar en un desconocido e ir mostrando, poco a poco, quién soy, quién no quiero ser, quién temo y quién me gustaría ser.
Pereza, pereza, pereza.
Otra vez -una vez más, y van... -, encontrar las palabras, interpretar gestos, dejarme ser Yo poco a poco, sin apabullar, dejar que la ironía fluya sin que se la tome por falta de respeto. Buscar ese punto cuando haces click con el otro, cosa que no tengo ninguna seguridad de que vaya a pasar...
Pereza, pereza, pereza.
Que a lo mejor lo intento, porque me lo has pedido y ya sabes -me tienes tomada la medida- que mis intentos de agradar(te) me llevan a veces por caminos que en principio no quiero, y que luego me ayudan. Porque puede que tengas razón y que sea un nuevo apoyo que me resulte útil. Porque se avecina la tormenta, otra vez, y cuanto más resguardada esté, mejor será. Porque dices que es un paraguas, y que no implica prescindir de ti. Porque, como bien sabes, confío en ti.
Pero... pereza, Pereza, PE-RE-ZA.
Pensar en otra vez -una vez más, y van... -, contarle a quien no sabe nada de mí, otra vez abrir puertas, otra vez buscar si hay esa conexión necesaria, otra vez reaprender a confiar en un desconocido e ir mostrando, poco a poco, quién soy, quién no quiero ser, quién temo y quién me gustaría ser.
Pereza, pereza, pereza.
Otra vez -una vez más, y van... -, encontrar las palabras, interpretar gestos, dejarme ser Yo poco a poco, sin apabullar, dejar que la ironía fluya sin que se la tome por falta de respeto. Buscar ese punto cuando haces click con el otro, cosa que no tengo ninguna seguridad de que vaya a pasar...
Pereza, pereza, pereza.
Que a lo mejor lo intento, porque me lo has pedido y ya sabes -me tienes tomada la medida- que mis intentos de agradar(te) me llevan a veces por caminos que en principio no quiero, y que luego me ayudan. Porque puede que tengas razón y que sea un nuevo apoyo que me resulte útil. Porque se avecina la tormenta, otra vez, y cuanto más resguardada esté, mejor será. Porque dices que es un paraguas, y que no implica prescindir de ti. Porque, como bien sabes, confío en ti.
Pero... pereza, Pereza, PE-RE-ZA.
Echaba de menos tus entradas. Tal vez, sea necesario un cambio de camino para recomponerte, para dejar de ser tú y contertirte en ella, en ésa que siempre deseas ser, pero que es difícil de conseguir. Porque lo bueno no es fácil, porque los éxitos necesitan de esfuerzos. Ánimo. No te dejes vencer.
ResponderEliminarUuff, sí, pereza mortal, reconozco la sensación, lo describes muy bien...Quizás por eso me cuesta tantísimo dejar ir las cosas: por la pereza terrible del re-comienzo siguiente :-S
ResponderEliminarMi abuela diría que contra pereza, diligencia, pero yo te entiendo muuy bien, porque este otoño estoy que hasta respirar me cansa, aains...
ResponderEliminarMks.
Te leo y me veo.
ResponderEliminarCreo que a veces hay que relajarse y confiar en uno mismo y mostrarse tal cual.
Las relaciones humanas se basan demasiado en una imagen, de uno mismo y de los demás, y al final, son estas imagenes creadas con la mente las que se relacionan, no las personas.
Ánimo, además de tus perezas personales viene la pereza otoñal, buff, mucha energía positiva y una máxima:
"Dentro de cada uno está lo mejor y lo peor, de nosotros depende quién queremos ser"
Aunque a veces quiera negarlo, te confieso que yo también siento pereza. No parece, Yo trabajo hago lo mío, doy la cara y enjugo lágrimas pero me tomo las mías; doy aliento y muero de cansancio...pero reflejarme en tu pereza me dá agilidad!!! Ironías de la vida!!
ResponderEliminarSupongo qe asi es la vida,todo termina algun dia, aunque quisiera q durara para siempre y pongo mucho de mi parte. Pero ya veo qe no puedo tener el control, se me va de las manos y hay q empezar denuevo con los riesgos q implican.
ResponderEliminarCreo qe mas qe pereza , es fastidio.
agradar(te)
ResponderEliminar!!
está bueno, está chévere. saludos.
Creo que esa sensaciòn es inevitable, pues, lo considero, para esos que nos tomamos nuestro tiempo para sentir esa pareza, que aunque perezosa, es el tiempo necesario para equilibrar las sentidas cargas.
ResponderEliminarA veces, aunque dé pereza, hay que caminar un poco por ese callejón que ya conocemos para conseguir resguardarse de la tormenta.
ResponderEliminarEspero que pase de largo y te pille bien resguardada.
Ah el fluír de la comunicación... qué difícil es con algunas personas y qué natural resulta con otras...
Un abrazo.
Pues si, la pereza...
ResponderEliminarla verdad que es como si uno hubiera quedado herido y se junta todo con la apatía, el saber que tanto esfuerzo e ilusión se pueda quedar en nada.
Yo el año pasado pensaba que no se me acercaría nadie, pero si, ya se han acercado algunas y he huido.
Y ahora tengo a una cerca ya hace muchas semanas y se insinúa pero no doy ningún paso, supongo que se cansará de esperar
Estoy muerto
Nimux, acabarás por resucitar, ya verás. La vida es así de tozuda, incluso aunque a veces nos resistamos ;-)
ResponderEliminarTus palabras son mis sentimientos, hay muchas personas como tu, con esa pereza que nos paraliza, nos impide buscar algo que anhelamos y no llega. Con el otoño la pereza coge de la mano a la melancolía y nos envuelve, casi nos apaga. En nosotros está el seguir, ser conscientes de lo que nos rodea. No dejes que la pereza apague tu vida, sigue, sigue....
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