Ya he hablado alguna vez por aquí de las etiquetas, esas etiquetas que llevamos muchos y que a veces amenazan con reducir nuestra personalidad, nuestra esencia, nuestra identidad, a lo que pone en ellas. Y pienso ahora mismo en mi propia etiqueta, mi enfermedad, y cómo muchas veces he sentido que yo soy una enferma, y que eso me define por delante del resto de las cosas que también soy.
Para mí no es lo mismo ser una enferma que tener una enfermedad. Porque sí, yo sé que tengo una enfermedad, soy consciente de ello desde hace ya quince anyos... pero sólo a veces la enfermedad se hace tan grande y tan poderosa que siento que soy ante todo una enferma. Y la diferencia entre tener el trastorno X o ser el trastorno X (como si a la misma enfermedad le salieran brazos, piernas y adquiriera vida propia) es grande. Porque no podemos reducir toda nuestra identidad a una etiqueta, porque quizá somos enfermos, sí, pero seguro que somos muchas más cosas que nos conforman como un puzzle. Yo sé que soy risuenya, que soy carinyosa, que soy bajita y que soy mil cosas más que, todas juntas, hacen de mí la persona que escribe este blog, que intenta aprender cosas nuevas y que sí, tiene también una enfermedad, pero no se reduce únicamente a eso. O eso intento, que mi(s) problema(s) no mediatice cada paso que intento dar, no limite cada movimiento, no me enjaule en una cárcel que por un lado construyo yo misma y por otro contribuyen a crearla los prejuicios e ideas preconcebidas de los demás.
Y cuando me pierdo entre ese tener o ser, busco ejemplos de superación, busco esas mentes libres abriendo camino, busco personas que me digan que también se han sentido así pero que luego, con los apoyos necesarios, han sabido encontrar su fuerza y hacerse grandes desplegando sus propias alas. Y su fuerza se multiplica en mí.
Para mí no es lo mismo ser una enferma que tener una enfermedad. Porque sí, yo sé que tengo una enfermedad, soy consciente de ello desde hace ya quince anyos... pero sólo a veces la enfermedad se hace tan grande y tan poderosa que siento que soy ante todo una enferma. Y la diferencia entre tener el trastorno X o ser el trastorno X (como si a la misma enfermedad le salieran brazos, piernas y adquiriera vida propia) es grande. Porque no podemos reducir toda nuestra identidad a una etiqueta, porque quizá somos enfermos, sí, pero seguro que somos muchas más cosas que nos conforman como un puzzle. Yo sé que soy risuenya, que soy carinyosa, que soy bajita y que soy mil cosas más que, todas juntas, hacen de mí la persona que escribe este blog, que intenta aprender cosas nuevas y que sí, tiene también una enfermedad, pero no se reduce únicamente a eso. O eso intento, que mi(s) problema(s) no mediatice cada paso que intento dar, no limite cada movimiento, no me enjaule en una cárcel que por un lado construyo yo misma y por otro contribuyen a crearla los prejuicios e ideas preconcebidas de los demás.
Y cuando me pierdo entre ese tener o ser, busco ejemplos de superación, busco esas mentes libres abriendo camino, busco personas que me digan que también se han sentido así pero que luego, con los apoyos necesarios, han sabido encontrar su fuerza y hacerse grandes desplegando sus propias alas. Y su fuerza se multiplica en mí.
Pues ojalá te llegue TODA mi fuerza, porque salir se sale, si yo te contara cómo lo pasé hace unos meses...
ResponderEliminarUn ABRAZO.
En la vida siempre aparece el odioso encasillamiento, ya no hablo del social, ni cultural, ni familiar, sino de uno más profundo e íntimo, el estado en el que uno se hace consciente de algo.
ResponderEliminarA mi no me han diagnosticado nada, pero estoy trayendo a mi consciencia mis miedos, no para eliminarlos, algo imposible, sino para asumirlos como parte de mi, sólo eso, una parte.
Seguro que el vértigo que yo siento ante esta revelación no es nada comparado con el que tú puedes llegar a sentir, por eso te mando un fuerte abrazo lleno de energía positiva.
Una cosa más, no sé si eres o tienes, si debes ser o tener, o todo lo contrario, pero sé como te veo desde que leo por aquí: Alegre, Soñadora, Sensible, Miedosa, Creadora, Reservada, Sincera, Bondadosa, Ilusionada, Frágil, Apasionada...VIVA.
Bueeeno ahora seré un poco crítico, las etiquetas las ponen, pero creo que si estamos por ahí la gente no te pone etiquetas, somos nosotros que nos obsesionamos, que todo el mundo sabe que tenemos o hacemos algo que se sale de lo habitual.
ResponderEliminarVive lo mejor que puedas y no te obsesiones.Un beso.
Justo esta mañana he recordado una definición de ser o tener que leí en un libro.
ResponderEliminarSer es algo intemporal, eterno, que no se puede cambiar.
Tener es un estado, algo que puede ser transitorio o no, puede que a largo o corto plazo.
Sea cual sea la tuya, te ayudará pensar que todos "tenemos" o "somos" algo.
No dejes que las circunstancias te limiten.
Un saludo.
Te digo algo? no pienses, SE. jamas te puedes equivocar si tu vives como tu. Buena nota
ResponderEliminarSoy nuevo aqui y quiero decirte que me encanta tu blog, lo leo seguido. Sobre las etiquetas, son conceptos absurdos de la gente y en todo caso, hay que quedarse con las que nos definen mejor. saludos.
ResponderEliminarLo has dicho de maravilla: todo lo que eres hace de ti la persona que escribe este blog. Y es un blog maravilloso. Así que supongo que eres una persona maravillosa. A la mierda las etiquetas. Lo más importante no es sentirte aceptada por los demás sino lo que tú has logrado desde que te leo: aceptar tu enfermedad como parte de ti. Y es algo de lo que debería aprender yo, sin ir más lejos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Afrontar la enfermedad es parte de su curación.
ResponderEliminarY como dice la bolsa de papel que me dieron el sábado en Natura (y no me pagan por hacer propaganda): "un beso lo cura todo".
Así que recibe un "muacka" así de grande... ^o^