miércoles, febrero 22, 2006

Como Ártax en el pantano


A veces no hay angustia, controlas el aire que entra y sale sin huidas, sin esconderse; a veces no hay tormenta, sacudidas, miedo y danyo, ni cuerpo que tiembla en la noche,
asustado.

A veces no hace falta. A veces es distinto.

Sólo es la tristeza que, como ayer, como manyana, se instala dentro de nuevo. Que desde su hogar dulce hogar, te roba la sonrisa y convierte tus intentos en muecas. Sólo es la pesadez, el suspiro. La arena que se derrama alrededor tuyo sin que te des cuenta a tiempo de la amenaza que representa -son sólo granos de arena-, atrapados después tus pies, tu cuerpo entero inmovilizado más tarde, sin salida, como el caballo de Atreyu en un pantano que anega tus ojos.

Y como Ártax atrapado en el pantano, apenas haces movimientos para salir. Quizá al principio sí, recuperes esa canción que usas como escudo, o busques una sonrisa ajena con la que poder rescatar la tuya, en reflejo. Pero sólo al principio. Poco a poco la tristeza te va superando, y para cuando el nivel del pantano te llega al pecho (no tienes la culpa de ser chiquita ni de que Ella sea grande) ya apenas te mueves, te resignas, te abandonas.

Cuando te pesa tanto, cuando te pesas así, ni siquiera buscas companyía, ni siquiera pides un abrazo, porque casi te da igual, estás demasiado dentro de ti y las palabras se oyen desde muy lejos, los abrazos sólo tocan tu piel sin tocarte a ti. Olvidas los números de teléfono. No encuentras el volumen de los altavoces. Dejas de buscarlo.

Y te enroscas como un caracol en su concha, sin saber si esperar que llegue el Sol al que sacar los cuernos o si cerrar los ojos para no verlo si aparece. Te acabas durmiendo acurrucada horas después de acostarte. Y apenas te das cuenta, pero para cuando llega el suenyo ya sí que han venido a verte las lágrimas que se resistían a fluir, y tienes la cara húmeda, llorando en silencio. Otra vez. Como ayer, como manyana.

A veces no hay dramas, ni grandes batallas entre todos los Tú que te habitan, ni descontrol ni peligro. No hace falta. Es sólo que a veces no eres más que tristeza. Y pesa(s) tanto...


[La imagen que encabeza el post está sacada de la Galería "Tears" de Carolyn Sandstrom] [Ya tengo enyes, pero, siguiendo una lógica muy particular, me pone (aún más) triste usarlas, así que lo he dejado para otro día/mes/anyo]

21 Susurros:

At 22 febrero, 2006 01:32, Blogger reve escribió...

Venga ninya...
Sé lo que es no querer ver a nadie, ni que nada te consuele. Pero para cuando decidas que sí, que podemos hacerte compañía, aquí estoy, aquí estamos.
Ánimo cielo...

Un abrazo, llegue a donde llegue...

 
At 22 febrero, 2006 03:29, Blogger El Replicante escribió...

Qué es lo que tiene el aire en la mañana, que quita los temores de mi corazón, dudas que anoche eran tinieblas, son simples tonterías a la luz del sol.

Haz caso a la canción, espera a que amanezca.

Un abrazo

 
At 22 febrero, 2006 09:56, Blogger dark escribió...

A veces te descubres sonriendo contagiada por la mirada risueña de un niño.
A veces amanece con un sol brillante que disipa todas las brumas.
A veces disfrutas de una pizza quattro formaggi.
A veces sonries con las payasadas del niño al que llamas “peque”.
A veces estas triste y quizás no sientas los abrazos ni oigas las palabras, pero están ahí, como estuvieron ayer, como estarán mañana.

 
At 22 febrero, 2006 10:24, Blogger Isthar escribió...

La tristeza, como las sonrisas, son cíclicas. Es lo malo de tener la misma facilidad para reír que para llorar...

A veces no sirve de mucho porque no lo vemos, pero es muy importante minimizar.

Observar la realidad y conseguir darnos cuenta de que en verdad, somos muy afortunados, mucho. Tú también, piénsalo :)

 
At 22 febrero, 2006 10:24, Blogger Isthar escribió...

Se me olvidaba el abrazo y recordarte que te quiero mucho :)

 
At 22 febrero, 2006 12:15, Blogger terminus escribió...

Pues... cuando te vea te daré un gran abrazo. Sabes que con mis brazos puedo abarcarte entera. Y sonrisa, te dedicaré una tan grande, que aunque tengas los ojos cerrados la verás.

Beso, sonrisa y abrazo

Edu

 
At 22 febrero, 2006 12:30, Blogger Bereni-C escribió...

Pero Ártax era un caballo y hundió sus cuatro patas. Tú eres humana, como Atreyu. Atreyu siguió caminando. Y sin él, Bastián no habría llegado al corazón de Fantasia.
De ti no está tirando un niño de cuento, te estamos tendiendo las manos desdes todos los ángulos que conocemos. Porque sin tus sonrisas y agudezas no brilla el sol del mismo modo para los que te rodean. Y yo quiero reírme contigo.

 
At 22 febrero, 2006 16:03, Blogger on escribió...

Da igual cuanto peses: siempre puedes volar.
Y siempre, siempre amanece (millones de años de rutinaria experiencia lo garantizan).

Te regalo un avión.

 
At 22 febrero, 2006 19:20, Blogger Poldark escribió...

Hasta las ñs te ponen triste, niña linda.....
Bueno, pues aunque parezca mentira la tristeza y tu sois dos diferentes. Ella se irá y tu te quedarás.

De esto, agarra lo que te sirva, como de este besazo y todos estos abrazos.

Muackkkk

 
At 22 febrero, 2006 19:32, Blogger Nepomuk escribió...

Todos los episodios de Michael Ende tienen una simbología importante. El pantano de la tristeza y el caballo que se deja morir en ella es tremendamente significativo. Y... ¿te digo la verdad? todas las veces que lo he leído he pensado "una patadita en los webines le metía yo al caballo y ya verás si espabilaba".

¿Que la vida no es fácil? de acuerdo. ¿Que a veces apetece dormir? de acuerdo también. Pero hay que tener redaños, si no quieres vivir como una alcachofa.

 
At 22 febrero, 2006 20:13, Blogger RosaAmarilla escribió...

"Y te enroscas como un caracol en su concha, sin saber si esperar que llegue el Sol al que sacar los cuernos o si cerrar los ojos para no verlo si aparece. Te acabas durmiendo acurrucada horas después de acostarte. Y apenas te das cuenta, pero para cuando llega el suenyo ya sí que han venido a verte las lágrimas que se resistían a fluir, y tienes la cara húmeda, llorando en silencio. Otra vez. Como ayer, como manyana."

Como mi vida, como la vida misma, como mi alma, como mi ser.

Besos

 
At 22 febrero, 2006 22:42, Blogger iralow escribió...

Pafuera telarañas que dice Bebe, estira esas patas,y sueltale una buena coz a la tristeza, que de acuerdo que sirve para desahogar y deja una cara estupenda el llorar, pero solo para eso ¿vale?

Cuando termines la terapia del caracol vas a ver la de brazos abiertos que te esperan en la puerta.

Besote

 
At 23 febrero, 2006 08:42, Anonymous Anónimo escribió...

Cuando despiertas de ese sueño, las lágrimas han dejado surcos de melancolía en tus mejillas, pero de la melancolía ya solo queda eso. Los torrentes de aguas salada se llevaron la tristeza y la escondieron bajo las sábanas, por si un día que te encuentres con más fuerzas, quieres volver a rematarla.

Besitoss

 
At 23 febrero, 2006 12:46, Anonymous Anónimo escribió...

Somos tozudos y sabemos que la tristeza no es nuestro único estado anímico. ¿Por qué tendemos a pensar que somos más nosotros cuando sufrimos y que fingimos cuando estamos alegres? No, desde luego que no. Tenemos que aprender a aceptar nuestras varios estados de ánimo, que no son máscaras, ni mucho menos.

Hola Gacela. Aviso porque dije que avisaría.

 
At 23 febrero, 2006 14:07, Anonymous Anónimo escribió...

... vales más que todo lo que a veces ves por encima tuya, y que nunca ha estado. Otro abrazo para el bote, que si ahora te sientes insensible a ellos, ellos se sienten sensibles a ti :)

 
At 23 febrero, 2006 15:32, Anonymous Anónimo escribió...

Oye, las lágrimas vienen solas (a veces también las provocamos porque hacen bien), pero que vamos a tener un montón de sonrisas espontáneas, eso tenlo por seguro :)

 
At 23 febrero, 2006 21:59, Blogger Clementine escribió...

Y a veces que te vienen a rescatar cuando no quieres ser rescatada... que incluso llegas a odiar las caricias en el momento oportuno...
Hasta que despiertas y lo agradeces, y te maldices, pero sigues hacia delante con una nueva sonrisa.
Lo de caerse va normalmente ligado a lo de levantarse (o eso quiero creer...)

 
At 23 febrero, 2006 23:05, Blogger coco escribió...

A veces aprendemos a vivir llevando los bolsillos llenos de tristeza y de intentos de muecas.
A veces los pantanos de lágrimas alimentan la sed del caballo de atreyu. A veces lo matan.

 
At 25 febrero, 2006 13:41, Blogger Bito escribió...

La tristeza no es pesada Gacela, eres tú la que te vuelves débil. No, la tristeza no dispone de adjetivos, somos nosotros los que la convertimos en dolor o en llanto, ella, por si misma, no es más que otro de los muchos sentimientos que nos habitan.

 
At 26 febrero, 2006 03:59, Blogger Maz escribió...

Yo he tenido muchos días y muchas noches así (a veces aún las tengo). Pero por suerte he conseguido retener a mi lado a alguien que consigue que las lágrimas se vayan y que todo sea más ligero.
Y aunque a veces pienso que no sé qué sería de mí sin él, lo cierto es que la fuerza para conseguirlo la tienes tú.
Y si yo he podido, tú también puedes ^_^.

 
At 24 febrero, 2010 17:19, Blogger AraNuBe escribió...

me encanta!!! y me encanta saber que hay mas gente como yo... que siente de la misma forma...

 

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