domingo, julio 09, 2006

Visa para un suenyo

Buscando visa, la necesidad,
buscando visa, qué rabia me da,
buscando visa, golpe de poder,
buscando visa, qué más puedo hacer,
buscando visa para naufragar,
buscando visa, carne de la mar,
buscando visa, la razón de ser,
buscando visa para no volver...

Buscando visa para un suenyo...

Demasiadas veces tenemos mala memoria. Olvidamos que ayer nosotros éramos los que buscábamos construirnos un futuro más allá de donde se nos negaba. Olvidamos que hubo tierras más allá de la propia (¿qué tierra puede sernos ajena y por qué? ¿cómo nos atrevemos a dividirla y ponerle duenyos?) donde encontramos refugio, o trabajo, o suenyos por alcanzar. Y empecinados en nuestro olvido, construimos vallas cada vez más altas, alambres cada vez más afilados y danyinos, ponemos más seguridad, mil ojos velando porque nuestro territorio permanezca a salvo como si habláramos de la amenaza de depredadores en vez de personas como nosotros, y mandamos al Ejército cuando la marea humana de desesperanza parece desbordar nuestras fronteras, nuestras rayas en el mapa, aquí eres legal, aquí te conviertes en ilegal.

Pero quieres ver dónde estábamos ayer? Estábamos aquí. En el barco que zarpa entre miedos y esperanzas, estómagos vacíos, madres que buscan un futuro, algún futuro, para sus hijos, incluso a veces haciéndoles viajar en sus vientres. Qué hay que sentir para lanzarse a un mar bravo a bordo de tres maderas mal unidas? Yo no lo sé, tú no lo sabes, pero ayer lo sabíamos. Ayer lo sentíamos en nuestras carnes, ayer perseguíamos un manyana distinto y unas veces lo encontrábamos, otras veces nuestras ganas chocaban contra los que decidían que la tierra era más suya que nuestra.

Nuestros abuelos, nuestros padres, también se fueron a buscar un futuro diferente dejando todo lo conocido, abandonando sus ciudades, jugando a una partida de todo o nada. Y en algunos sitios les abrazaron y les dieron oportunidades, esas que hoy nos negamos a dar a tanta gente que busca una esperanza. Hoy que la suerte nos viene de cara, se la negamos a quien la necesita de su lado...

Hace unos días me enviaron esta foto recordatorio. Mayo de 1949, 160 inmigrantes canarios apresados en Venezuela a bordo de La Elvira. Suenyos rotos en el camino. Hoy el Estrecho está alfombrado de suenyos perdidos, ahogados en un mar que es nuestro primer policía. Las alambradas se elevan tocando el cielo para que otros se queden en sus infiernos. Ayer fuimos Ellos. Hoy tenemos que elegir qué queremos que ellos lleguen a ser, si les damos la oportunidad buscada o se la negamos. Está en nuestras manos. Pero no podemos hacerlo desde el olvido.

[El comienzo de este post es parte de la canción "Visa para un suenyo", de Juan Luis Guerra. La foto y el titular está rescatada de una hemeroteca que deberíamos tener presente.]

14 Susurros:

At 09 julio, 2006 13:30, Blogger Pipero escribió...

Genial, Gacela. Te enlazo de inmediato.

Un beso y gracias por el hallazgo.

 
At 09 julio, 2006 14:47, Blogger on escribió...

A personas que son capaces de jugarse la vida por una oportunidad no deberíamos tenerlas miedo (que al fin y al cabo todo el tema se reduce a eso): deberíamos recibirlas como héroes.

Por fortuna, nunca habrá frontera lo bastante grande. Roma también alzó sus muros antes de caer...

 
At 09 julio, 2006 15:53, Blogger Achab escribió...

Con los brazos abiertos en pocas partes: en suiza recibían a los españoles como ganado y en media américa gallego significa "tonto".

Lo de mirar raro al de fuera está en el código genético, protege a la tribu.

 
At 09 julio, 2006 16:55, Blogger reve escribió...

Bueno, cielo, no se puede decir algo así y ser invisible (o inaudible) eso para empezar.
Para seguir creo uqe es independiente cómo se nos trató en su momento, creo que debería bastar el llevar dentro el dolor de haber tenido que huir, que ya es bastante. Si se nos trató bien donde fuimos deberíamos haber aprendido, pero si se nos trató mal donde fuimos deberíamos haber aprendido aún más, no?
Y si no hubieramos tenido que salir nunca exáctamente lo mismo, no hace falta aprender en carne propia para entender...

A mi lo que me parece más increíble es la facilidad con que perdemos la noción de humanidad, cómo olvidamos que son personas, con una vida exactamente igual a la nuestra, igual de válida. Cómo olvidamos que lo único que hemos hecho para que esta tierra sea "nuestra", como creemos, es haber nacido aquí.

Se puedee scribir un libro, claro... pero no has notado algo bestial? a mi me sorprende muchísimo: ¿no has notado que a día de hoy nadie se avergüenza al declarar que es racista? Te lo sueltan orgullosísimos, con una gran razón, claro: les dan casas más baratas, y joder! se emborrachan en nuestros parques!!!

 
At 09 julio, 2006 22:58, Blogger Deyector escribió...

Por aquello de dar la nota, hay leyes que hay que cumplir y condiciones estipuladas para la inmigración, y el que lo haga de otra manera es ilegal y un delincuente.

 
At 09 julio, 2006 23:15, Anonymous Anónimo escribió...

Me pasaba como a Carlos Iglesias, que pensábamos que al ser un país de emigrantes (voy a hacerme un collar, con tus dientes de marfil...), trataríamos mejor a los inmigrantes. Pero no, tenemos mala memoria. Por eso quizás a los gallegos -nótese la ironía- nos llamen tontos.

 
At 10 julio, 2006 11:55, Blogger on escribió...

Deyector, en Alemania en su momento también hubo leyes y "condiciones estipuladas" para ser judío...
Dudo mucho que tengamos, no ya la obligación moral, sino simplemente el derecho de obedecer leyes injustas y alejadas de la realidad.


Reve, estoy convencido de que no es orgullo, es miedo.
Por cierto, que lo de las casas baratas se lo he oído a tanta gente y todavía no las he visto... serán como la cueva de Bin Laden, que todos sabemos que existe pero nadie sabría decirte dónde está.

 
At 10 julio, 2006 12:16, Blogger terminus escribió...

El otro día hablaba precisamente con una amiga de todo esto. Y si, llegamos a dos conclusiónes.

La primera: Se nos ha olvidado quienes fuimos.

Segunda: Parece que nos da miedo dar las mismas oportunidades al resto del mundo. Tememos perder nuestra posición.

Un Besoo

Edu

 
At 12 julio, 2006 23:18, Blogger Slv Vr escribió...

bonita paradoja, gritar en silencio.
es lo que hizo Munch en sus cuadros, un grito en pintura.
valiente atrevimiento. precioso resultado.

me ha gustado lo que he leido, si me permites seguire hurgando por tus cajones.

un saludo desde la jungla

 
At 16 julio, 2006 16:06, Blogger Carlos (Sr. Chow) escribió...

Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

 
At 16 julio, 2006 16:09, Blogger Carlos (Sr. Chow) escribió...

Muy concienciada, Gacela. De acuerdo contigo, con Reve, en cómo se pierde noción de humanidad y cómo nos olvidamos de nuestro pasado. Es algo de lo que muchas veces me he parado a pensar. La "memoria de los peces", diría Ismael Serrano.
Si seguimos así nos olvidaremos de que hubo "Hítleres" y volverán a la carga; por otro lado Israel seguirá "olvidando" que una vez fueron negados en existencia, como ahora hace con Palestina... Hay que recordar el ayer.

Por otro lado, estoy también de acuerdo con Deyector: todo ese torrencial de libertad y de derechos humanos que invocas, es necesario... pero el sistema debe tener una forma para regular todo esto. El problema es saber si es el método más adecuado y cómo regularlo de forma que nadie salga perjudicado.

Un saludo, Gacela. ¡Y gracias por pasarte por mi blog!

 
At 17 julio, 2006 12:24, Anonymous Anónimo escribió...

Trackback manual.
Gracias.

 
At 17 julio, 2006 21:11, Blogger Vitore escribió...

Y luego está lo que los yanquis llaman nimby que quiere decir not in my back yard es decir, que vengan inmigrantes, que tengan derechos pero no quiero verlos, que estén en guetos, que no estén en mi patio... Da para mucho el tema y no sé si tiene difícil solución o gobiernos y sociedades en general prefieren/preferimos ser "nimbys". Sólo la palabra inmigrante ILEGAL ya pone los pelos de punta en cuanto a lo humanos que somos los países "desarrollados". Besos.

 
At 18 julio, 2006 02:25, Blogger Awake at last escribió...

Y si sólo fuera en este siglo cuando hemos emigrado, ains...

Grandísimo post, Gacelita, en serio.

Y qué gusto volver a leerte.

Besos!

 

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