jueves, agosto 10, 2006

Postales I: Gacela en Túnez

Aunque al volver de vacaciones me he encontrado con algunas cosas que han hecho que esté más tristona de lo que debería, no quiero que se empanye -o no del todo- lo bien que lo he pasado en la semana descubriendo Túnez. Así que, también para mí, para recordármelo, va este post.
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Ya os conté un poco por aquí cómo funciono cuando viajo. El viaje empieza antes, cuando estoy tomando la decisión, cuando estoy perdiéndome en folletos, guías y páginas de la red. Fotos, comentarios de viajeros que estuvieron antes que yo, consejos en foros... y al final, una mochila llena, un avión que te acoge -y en el que te apanyas para conseguir la ventanilla aunque no te correspondiera-, la sensación familiar del despegue y ver cómo tu mundo de siempre va haciéndose chiquito mientras tú te haces grande entre las nubes.

Y llegas a un sitio diferente donde puedes ser quien quieras, quien seas... y empiezas a hablar en otra lengua -cómo me gusta el sonido del francés-, te recibe una temperatura distinta, otros olores, una cama de hotel... y ya has desconectado, ya empiezas a hacerte a ese otro entorno.

Muchos momentos para el recuerdo, cascadas de sonrisas, ojos muy abiertos queriendo almacenar cuanto ven, paseos por zocos llenándome de los olores, colores, festival de sensaciones. El aire sabe a cuero y especias y bajo los techados el calor se difumina un poco, mientras contestas con una sonrisa a quienes te piden que entres en sus tiendas a mirar...

Grandes mezquitas, como la de Kairouan, donde entraba con los hombros tapados por un panyuelo morado que me acompanyaba en el bolso. Minaretes elevándose hacia el cielo y el cántico del muecín llamando a la oración -aunque nos dijeran que hoy en día suelen usar grabaciones para hacerlo, snif-.

Curiosidades como las de las columnas de esta mezquita, la mayoría distintas entre sí porque fueron robadas de construcciones de los antiguos cartagineses y romanos -nos dijo el guía que había más de Cartago en esa mezquita que en las propias ruinas de la ciudad-.

Más momentos, más momentos...

Como la excursión al oasis montanyoso de Chebika, antigua tierra de cabras montesas, pueblo antiguo construido en adobe en la ladera de la montanya hasta que una inundación -en pleno desierto, sí- acabó con él y sus habitantes lo reconstruyeron un par de kilómetros más alejado. En las montanyas y cuevas de este lugar se rodaron distintas escenas de El Paciente Inglés, según nos explicaron, y se alcanzan fácilmente los 50 grados. Fue éste uno de los mejores días, primero por la belleza de Chebika y la ironía de la naturaleza, haciendo crecer un pequenyo vergel rodeado de arena y tierra árida. Palmeras que escapan de la arena y se elevan hacia las nubes, orgullosas, altivas, reflejándose en el lago, rumor de agua que se desliza entre las rocas para acompanyarte en el camino.

Luego vimos la Gran Cascada de Tamerza, que desde luego no es el Niágara, pero impresionaba cómo rodeado igualmente de aridez podía nacer un riachuelo que caía danzando sobre otro lago, éste de mayor tamanyo... formaba una imagen preciosa, de esas que guardas en la memoria para cuando te hace falta entre el gris de los edificios de Madrid.

Y todavía hubo más... carreras en 4x4 por las dunas con el coche dando tumbos mientras subía y bajaba como en montanyas rusas; descubrir en medio del desierto que sí, pueden venir a venderte collares saliendo de la nada; ver aparecer entre la arena el decorado de Tatooine que usó George Lucas en La Guerra de las Galaxias (no en vano es Lucas un enamorado de Túnez, donde está el verdadero Tataooine al que debe el nombre el planeta ficticio; y no por nada eligió varias localizaciones tunecinas para ambientar escenas de la saga) y aquí casi diría que más especial que el decorado fueron los ojos brillantes del amigo friki que me acompanyó en el viaje, que sonreía y miraba asombrado como si fuera un ninyo chico :-)

Y como saltábamos de película en película, no podía faltar el Coliseo de El Djem, donde se rodaron algunas escenas de Gladiator. Un monumento impresionante, el segundo coliseo más grande conservado después del de Roma, transportados a otra época entre piedras milenarias.

Bueno... esto es sólo un pequenyo resumen, porque en realidad hay demasiadas cosas -las más importantes- que no caben en un post. Porque desde aquí no se oye el agua en cascada, ni se ven los ojos brillantes, ni se siente el sol acariciando los brazos o las manos que convencía noche tras noche para dar un masaje, ni están las cosquillas o el sabor a agua salada del mar -y de algún grifo!-, ni el olor de los puffs (se escribirá así?) de cuero, ni el aire algo más fresco callejeando por la medina... pero aún así quería compartir con vosotros lo que os pueda llegar de esa semana que va a durar mucho más que siete días :-)

[La imagen que encabeza este post es de un sello tunecino. El resto de imágenes son fotos hechas durante el viaje, y las puedes ver en grande haciendo click sobre ellas.]

13 Susurros:

At 10 agosto, 2006 21:23, Blogger Deyector escribió...

Ya sólo la ilusión con que ibas y con que lo cuentas vale la pena.

 
At 10 agosto, 2006 21:26, Blogger Guillermo escribió...

LLevarte un friki a las localizaciones de la Stat wars, que valiente

Espero que tengas muchas más semanas como esta :-)

 
At 10 agosto, 2006 22:58, Blogger Achab escribió...

Hmmm... ¿no te habrá caído la guía de los rankings?

Este es el segundo anfiteatro más grande del mundo y el primero de África...

Esta es el oasis de montaña más garnde de Túnez y el nosecuantitos de África...

Vaya viajecito me dio la señora.

 
At 11 agosto, 2006 01:33, Blogger Awake at last escribió...

Aaaarghghghg, y encima ha puesto fotos. La mato, Señor, te juro que la mato...

XDDDDDDDD

Besos!

 
At 11 agosto, 2006 02:55, Blogger Maz escribió...

¡Qué bonitas imágenes y qué bonitas palabras! Emocinada me he ^_^. ¡Qué envidia sana que me habéis dado en este viaje! Parece que ha sido realmente maravilloso.
Un besazo. :*

 
At 11 agosto, 2006 10:30, Blogger Raist escribió...

Hermoso país. Hermoso viaje. Hermosa narración. Hermosas fotos.

 
At 11 agosto, 2006 13:39, Blogger Vitore escribió...

Yo; que soy un poco tripero; tengo dos recuerdos muy guapos de Túnez: los dátiles frescos (nada que ver con los que se comen en Espanya) y el té con pinyones y hierbabuena (una delicia olfativa y gustativa). El viaje lo recuerdo bello pero relativamente agridulce (fui con una ex-amiga ni siquiera ex-amante). ¡Bienvenida pequeña gacela-rosa del desierto!

 
At 11 agosto, 2006 15:42, Blogger anónima escribió...

Me encanta leer pequeños relatos (o mejor chutes de querer-disfrutar-la-vida?). Volveré a por más :)

 
At 12 agosto, 2006 12:31, Blogger Juanjo escribió...

Te deseo que las sensaciones que has tenido tengan más fuerza que la tristeza de tu regreso. Un beso.

 
At 13 agosto, 2006 16:52, Blogger Nepomuk escribió...

¿Puedo pasar ahora yo las diapos de mi mes en Benidorm? molan mil y además le hice una foto a la paella...

¿no?

 
At 13 agosto, 2006 16:53, Blogger Nepomuk escribió...

Ehm... por si las flys diré que era broma y que no he estado en Benidorm. Que te veo venir.

 
At 13 agosto, 2006 19:22, Blogger Gacela escribió...

Anda, Nepo... que las fotos te han parecido pocas y que quieres que te mande el CD entero con las doscientas? Bueno, bueno... todo se andará, si me lo pides por favor... ;-P


Y Vitore, es verdad, el té, no he dicho nada del té, olvido imperdonable!!!

 
At 14 agosto, 2006 14:57, Blogger Herel escribió...

Qué cascada más bonita, pero seguro que la vista inversa es de un montón de turistas haciendo fotos al lugar.

 

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