viernes, octubre 17, 2008

Tempestad de arena

A veces el destino se parece a una pequenya tempestad de arena que cambia de dirección sin cesar. Tú cambias de rumbo intentando evitarla. Y entonces la tormenta también cambia de dirección, siguiéndote a ti. Tú vuelves a cambiar de rumbo. Y la tormenta vuelve a cambiar de dirección, como antes. Y esto se repite una y otra vez. (...)

Y la razón es que la tormenta no es algo que venga de lejos y que no guarde relación contigo. Esta tormenta, en definitiva, eres tú. Es algo que se encuentra en tu interior. Lo único que puedes hacer es resignarte, meterte en ella de cabeza, taparte con fuerza los ojos y las orejas para que no se te llenen de arena, e ir atravesándola paso a paso.

Me recuerda al poema de Kavafis, la ciudad irá en ti siempre, la ciudad es siempre la misma... No podemos despistar a la tormenta simplemente cambiando nuestro rumbo, porque la tormenta anida en nuestro interior. No podemos marcharnos lejos esperando deshacernos de nuestros demonios en una nueva ciudad, porque la ciudad va en nosotros siempre.

Sólo queda enfrentarnos a nuestra tormenta, a nuestros monstruos, a lo que se esconde en nuestro interior... desenvainar la espada y empunyarla fuerte mientras atravesamos la tormenta. Sin detenernos en las sillas que, peligrosas, nos inviten a sentar.

Y cuando la tormenta de arena haya pasado, tú no comprenderás cómo has logrado cruzarla con vida. (...) Ni siquiera estarás seguro de que la tormenta haya cesado de verdad. Pero una cosa sí que quedará clara. Y es que la persona que surja de la tormenta no será la misma persona que penetró en ella.

Paso a paso, desgarrándonos si hace falta, pero seguir caminando. Como he escrito tantas veces, puede que sin rumbo... pero seguir caminando. Y en algún momento sentiremos que el viento amaina, que la tempestad toca a su fin, que los granos de arena dejan de ser aguijones en nuestra piel. Y puede que no reconozcamos como propia la fuerza que nos ha llevado a ganarle a la tormenta... pero ahí estaba, esperando a que decidiéramos plantarle cara en vez de huir.

[Las citas son extractos del libro Kafka en la orilla, de Haruki Murakami, mi última lectura. También hay una frase (casi) sacada de una canción de Silvio Rodríguez... sabes cuál?]

14 Susurros:

At 17 octubre, 2008 20:27, Blogger Isabel Tejada Balsas escribió...

No sabes hasta que punto me ha gustado esta entrada cielo :O


y ese libro me lo compro cuando pueda ^^


¿Cómo va tu tormenta? .*

 
At 17 octubre, 2008 21:11, Blogger Melinita escribió...

No te imaginás cuánto me gustó lo que publicaste. Los fragmentos, hermosas, ya anoté el nombre del libro apra comprarlo y leerlo en cuánto tenga tiempo, y tus comentarios también muy acertados. Soy nueva en el blog, pero ojalá mis textos lleguen algún día a ser tan buenos como los tuyos. Adiós!

 
At 17 octubre, 2008 22:40, Anonymous Anónimo escribió...

Nosotros y nuestros demonios. Se cobijan en el fondo de nuestros más recónditos pensamientos, allí donde la luz y la memoria no alcanzan.

No hay huida posible. Sólo un estrecho sendero de una única dirección que se va disgregando en millones de partículas volátiles a nuestras espaldas a medida que caminamos.

Besos.

 
At 18 octubre, 2008 00:13, Blogger AtienzaBcn escribió...

muy esperanzador de verdad! Precioso, visita mi blog y opina xfa creciendodeprisa.blogspot.com

 
At 18 octubre, 2008 04:08, Anonymous Anónimo escribió...

Este comentario ha sido eliminado por el autor.

 
At 18 octubre, 2008 04:09, Anonymous Anónimo escribió...

La verdad entre el bien y el mal,esa és la cuestión.Yo si tuviera el bien más cercano a mi,mi vida sería más digna sino plácida.
Gracias.

 
At 18 octubre, 2008 06:14, Blogger Iz/ be.ll escribió...

destino!??! :O

 
At 19 octubre, 2008 00:18, Blogger Meryone escribió...

hace siglos que no escucho a silvio, así que no reconozco la frase, pero la entrada me ha gustado mucho...

mi gata sólo tiene dos ojos pero tiene un pompón por rabo

y es más guapa!

besos

 
At 19 octubre, 2008 00:58, Blogger S. escribió...

Una amiga, hace apenas unos días, se ofreció a prestarme "Kafka en la orilla". No entiendo a la gente que expone tan voluntariamente sus libros, pero, ajam. Aún no me decido a comenzar con Murakami, no sé porqué, hay algo que me dice que no es el momento. Aunque ¿cuándo lo será?

Me gustan los estados climatológicos, pero creo que mis problemas no serían exactamente una tormenta, tanto como agua estancada.

Que estés bien.

 
At 19 octubre, 2008 01:58, Blogger William De Baskerville escribió...

Tengo esperando "Tokio Blues" del autor que comentas y otros dos que no tienen nada que ver, cuando los termine iré a por "kafka en la orilla"

Las frases que has puesto me han gustado.

 
At 19 octubre, 2008 02:45, Blogger Namasté escribió...

Muy interesante lo q escribiste. Te invitamos a compartir tus buenas y malas experiencias, y porque no a ayudar a otros.

 
At 19 octubre, 2008 10:53, Blogger Awake at last escribió...

Ojalá tengas razón, :-)

Mks.

 
At 19 octubre, 2008 11:56, Blogger Ramón María escribió...

Desgraciadamente muchos no salen de la tormenta, viviendo en vida en el mismísimo infierno.....

La oscuridad de las calles de la ciudad están llenas de ellos.....

Estupendo post, agur un saludo.

 
At 23 octubre, 2008 21:31, Blogger Jozef D. Apaza CH. escribió...

Es un placer disfrutar de mas sueños y palabras venidas de ellos. Con gusto participare contigo...

 

Publicar un comentario

<< Home