Marzo II: Tu cumpleanyos
Se acerca tu cumpleanyos, el sexto que de una manera u otra nos encuentra cerca, aunque este cerca sea tan lejos. Vuelve a ser distinto. El anyo pasado había tantas senyales de prohibido que habías sembrado por el camino, que no pudimos hablar en Tu Día. Sorteando senyales, sólo pude lanzar a tu mar una botella sin firma que no reconociste (me sorprendió que no lo hicieras conociéndome tan bien como me conoces -supongo que no abriste los ojos, y al tacto es más difícil-.) Este anyo no hay senyales de stop - prohibido pasar - you're not welcome - cuidado con el perro, pero hay un silencio largo al que das de comer cada día a cambio de que no te abandone.
Creo que siempre he respetado tus decisiones aunque dejara de entenderlas hace demasiado. Pero el silencio es Tu Silencio, no mío. Y me conoces. Y sabes que, sin "prohibidos" que me lo impidan, marcaré tu número. Protegida, en mi entorno, en mi fuerte. Pero tu número. Y llevo días pensándolo, días preparándome, días limpiando la armadura que me obligas a ponerme en previsión de que la llamada desencadene uno de esos golpes que me rompen aun sin ser exactamente tu intención.
Y pienso que quizás me veas al otro lado de la pantalla y elijas no oír mi voz, apuntalar tu Silencio. Otra decisión que respetaría sin entenderla, acompanyando a la bolsa de Decisiones Extranyas, tan ajenas a lo que siempre has sido, que llevas tomadas en los últimos y no-tan-últimos tiempos. Yo sabré que te he llamado, que volví a enviar mi botella, y sabré que mi parte está hecha.
O quizá sí lo cojas -y creo que temo esto más, no reconocer tu voz, no descubrirte en la conversación-. En previsión de posibles monosílabos forzados, pensaré cuatro frases que pueda decirte si decides rodearte de hielo y escarcha. Cuatro frases que no romperán esos bloques de hielo (cuando un barco choca con un iceberg siempre es el barco el que se quiebra, nunca la montanya helada)... pero, con suerte, quizá impedirán que me congele yo. Quizá con esfuerzo consiga que sólo se congelen mis lágrimas, pedacitos de hielo en caída libre desde mis ojos brillantes.
Y en cualquier caso, tendré que volver a arroparme con futuros que nunca llegan, con promesas de encontrar la forma manyana, aunque manyana quede siempre tan lejos, horizonte que aparece siempre a la misma distancia por mucho que caminemos. Porque hoy seguimos (sigo / sigues) sin saber. Porque no nos encontramos. Ni siquiera en tu cumpleanyos.
Por si eliges enmudecerme, dejo aquí lo más importante: Sé feliz, mi ninyo, disfruta de este nuevo anyo, rodéate de gente que te quiera y te regale sonrisas y cielos por los que desplegar esas alas que no debes olvidar que tienes. Que este anyo sea Tu Anyo, que te acerques a tus suenyos y construyas otros suenyos nuevos que sigan siendo retos por los que levantarte cada manyana. Y que te descubras, cielo, que no te dé miedo ser Tú, seas quien seas -incluso si fueras otro distinto al ninyo que una vez, hace tanto, me enamoró-.
[Marzo I sería hoy mismo. El mismo día de hace unos anyos descubrimos nuestra imagen al lado de una fuente que sería testigo del encuentro entre una ninya-no-ninya y un senyor-no-senyor que se sorprenderían más tarde siendo seres alados, constructores de sonrisas, magos. Aunque ellos no lo sabían.
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos*]
[*con permiso del maestro Benedetti]
Creo que siempre he respetado tus decisiones aunque dejara de entenderlas hace demasiado. Pero el silencio es Tu Silencio, no mío. Y me conoces. Y sabes que, sin "prohibidos" que me lo impidan, marcaré tu número. Protegida, en mi entorno, en mi fuerte. Pero tu número. Y llevo días pensándolo, días preparándome, días limpiando la armadura que me obligas a ponerme en previsión de que la llamada desencadene uno de esos golpes que me rompen aun sin ser exactamente tu intención.
Y pienso que quizás me veas al otro lado de la pantalla y elijas no oír mi voz, apuntalar tu Silencio. Otra decisión que respetaría sin entenderla, acompanyando a la bolsa de Decisiones Extranyas, tan ajenas a lo que siempre has sido, que llevas tomadas en los últimos y no-tan-últimos tiempos. Yo sabré que te he llamado, que volví a enviar mi botella, y sabré que mi parte está hecha.
O quizá sí lo cojas -y creo que temo esto más, no reconocer tu voz, no descubrirte en la conversación-. En previsión de posibles monosílabos forzados, pensaré cuatro frases que pueda decirte si decides rodearte de hielo y escarcha. Cuatro frases que no romperán esos bloques de hielo (cuando un barco choca con un iceberg siempre es el barco el que se quiebra, nunca la montanya helada)... pero, con suerte, quizá impedirán que me congele yo. Quizá con esfuerzo consiga que sólo se congelen mis lágrimas, pedacitos de hielo en caída libre desde mis ojos brillantes.
Y en cualquier caso, tendré que volver a arroparme con futuros que nunca llegan, con promesas de encontrar la forma manyana, aunque manyana quede siempre tan lejos, horizonte que aparece siempre a la misma distancia por mucho que caminemos. Porque hoy seguimos (sigo / sigues) sin saber. Porque no nos encontramos. Ni siquiera en tu cumpleanyos.
Por si eliges enmudecerme, dejo aquí lo más importante: Sé feliz, mi ninyo, disfruta de este nuevo anyo, rodéate de gente que te quiera y te regale sonrisas y cielos por los que desplegar esas alas que no debes olvidar que tienes. Que este anyo sea Tu Anyo, que te acerques a tus suenyos y construyas otros suenyos nuevos que sigan siendo retos por los que levantarte cada manyana. Y que te descubras, cielo, que no te dé miedo ser Tú, seas quien seas -incluso si fueras otro distinto al ninyo que una vez, hace tanto, me enamoró-.
[Marzo I sería hoy mismo. El mismo día de hace unos anyos descubrimos nuestra imagen al lado de una fuente que sería testigo del encuentro entre una ninya-no-ninya y un senyor-no-senyor que se sorprenderían más tarde siendo seres alados, constructores de sonrisas, magos. Aunque ellos no lo sabían.
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos*]
[*con permiso del maestro Benedetti]
18 Susurros:
Si me llamas a mi prometo cogerlo, e incluso invitar a algo ¿te apuntas?
A veces es importante, puede incluso necesario, ser capaces de entender que cada uno elige su propio camino, aún cuando no sea el que nos gustaría, aunque eso implique que se aleje del nuestro.
A veces es necesario soltar, dejar de atar(se), dejar marchar, dejar que el pasado no condicione tanto el presente, para seguir construyendo por separado (la vida sigue su curso y cada uno ha de rehacerla, aunque tenga que ser en mundos distantes) y así algún día quizá poder (re)construir juntos.
PD. Anda, por favor, quita lo de Cuidado con el perro, duele leerlo y es una comparación tan terrible como incierta.
En mi fortaleza te vi segura. A tu disposición para cualquier mensaje que quieras mandar, tu ejercito te protegerá.
Solo ordena, acudiremos.
Un Beso desde Camelot.
Edu, el soldado de los sueños.
No le pongas tú intencionalidades que no llego a poner ni yo, Ish. No sé qué has entendido, pero no estaba llamando perro a nadie, y mucho menos a él (si es eso lo que entendías... cómo iba a hacerlo? Cuándo lo he hecho?). Ni siquiera me lo decía a mí, que sería más fácil. Sólo pensaba en distintas senyales de "no pasar", así en plan en la verja del chalet.
El resto... las Elecciones con todas las letras son libres, sin presiones, sin verse mediatizadas. Sabes que no es el caso. Se quedan en eleccioncillas, entonces.
Y no sé cuándo he atado yo a nadie que no sea yo misma (mientras con mi pan me lo coma, oiga, reclamaciones al maestro armero). Desde luego, las felicitaciones no son cadenas.
Sabes que me pierdo en esto. Sabes que te quiero, también. Y ya.
Visto desde fuera dan ganas de matarlo un poco, pero claro, una nunca sabe...
Normalmente mi idea es que mientras estés segura de lo que haces, y te sientas agusto contigo pues para alante. Si quieres felicitarle hazlo aunque no conteste, si necesitas hacerlo hazlo.
Pero es inevitable pensar que quizá haciéndolo estés alargando una situación que no es del todo saludable para tí, y entonces a quien dan ganas de matar un poco es a ti. Pero claro, una nunca sabe...
Así que como nunca sé, te ofrezco estar aquí, porque es lo único que puedo hacer...
Me refería a ti cariño, siempre a ti.
Por eso duele, porque siempre son matices negativos contra ti.
Igual que me refería a atarte tú, no a que tu ates a nadie. A que te atas a las historias pasadas y no te dejas respirar el presente sino con dificultad.
Nos conocemos demasiado mi niña, el peor de tus males es contra ti misma, y ese es el que me duele...
Te quiero mucho princesa
Miedo me da cada vez que paso por aquí, me veo a los dos lados de la pantalla, me duele leerte y reconocerme en tanto sufrimiento, y me duele pensar que la estas cagando y cagarla yo diez minutos después. Entiendo tu suicidio, los suicidios tienen una parte de esperanza que sólo uno conoce, que nadie puede entender y algunos nisiquiera respetar. Y creo, que este tipo de cosas hay que sufrirlas del todo, mientras dure la esperanza, cortando por lo sano solo conseguiras encerrarlo siempre dentro. Y siempre si que es mucho tiempo...
Ánimo y cuentanos como va lo del titanic.
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Hola Belle Gacelle.
Cobardes son los que toman sus decisiones coaccionados por otros.
Creo que tienes una idea de lo que opino del continuo gravitar de tus pensamientos en torno a esa relación, pero hoy sólo diré esto: las Decisiones hay que respetarlas al 100%: las que se toman libremente, con respeto. Las que se toman cobardemente, con una sonrisa de superioridad; aquí la valiente, la que mantiene la portura correcta (salvo esa postura yogui que por lo visto adoptas en las banquetas de los bares ;))) ), eres tú. No se merece que pierdas un segundo más de tu tiempo, y (sobre todo) no puede ser que él vea cómo desaprovechas ese tiempo. Es fácil hablar, vete tú a saber si yo haría lo mismo en tu caso, pero me pongo ahí (en lo poco que veo), me imagino a mí en tu piel de Penélope en el andén y a mi "niño" (como tú les llamas :) ) actual alejándose de mí coaccionado por vaya usted a saber qué personajillos o circunstancias, y me da tanta rabia que pienso que a la gente a veces hay que meterle un poco de miedo para que reaccione. Miedo a tu pérdida. A tu ausencia. Y en el caso de que veas que no hay miedo por su parte, pasar definitivamente la página.
Sé que hablo por hablar, que no conozco circunstancias ni nada; como Reve, una nunca sabe... y a veces me digo "no, esta es la última vez que le comento sobre el tema"; pero a veces soy tan terca como otras despreocupada, y no puedo dejar de decir lo que me inspira cada post en particular. Sé que tú harás a los comentarios el caso que se merece cada uno (y si quieres la próxima vez, en lugar de comentar sobre el tema, aporto un tanguita sugerente para vuestras orgías :) ).
Sonrisas amplias.
Los de entonces no son nunca los de ahora... Inspira, expira...
Deseos sanos de felicidad hacia alguien que seguramente no es quien te enamoró en su día, cosa que sabiamente apuntas Gacela.
Pero pueden ser sanos para ti unos deseos que te encogen delante de un teléfono, detrás de un número o un nombre en la agenda del corazón... es bueno recordar, incluso lamer las cicatrices pero no reabrirlas.
Alégrate de ver cómo coagula tu sangre, de ver formaciones de costras que al caerse liberan a tu nueva piel, a la nueva Gacela.
ª_ª
....vaya recibimiento.... casi que solo paso a saludar y charlamos otro día.... hoy estás muy ocupada o distraida.... pero me gustó lo que vi/lei por aquí.... :)
Ya queda menos para abril, y siempre hay que mirar hacia delante.
No estes triste, la vida es corta.
querida mia,
no me gusta meter mis narices en estas cosas, sobretodo por q me suele pasar lo mismo y no sabria decirte algo coherente (quizás por q nunca digo nada coherente)
simplemente deja de pensar en lo que hará o dejará de hacer, actua segun tu criterio y sueltate!!
y si no te escucha, que se vaya al infierno!!*
*frikada XD
¿¿He oído copas??
Las efemérides son un asco...no aportan nada. Molaría hacer efemérides de futuro: "tal día como hoy dentro de dos años yo estaré...tomando cañas": ni Aramis Fuster...
Un beso, Gacelita.
carajo, creo que "él" a veces soy yo... nunca me doy por aludido: "ella" ya no es está en el orden del día. no.
Excelente texto. Te entiendo, te comprendo y posiblemente me ocurrira lo mismo.
Hace unos dias fue mi cumpleaños, el peor hasta el momento y ella me conto su dia anterior y sus frias lagrimas. Por lo menos tiene suerte de q yo no sea un iceberg, me considero mas blandito, como un barquito de papel, a veces demasiado tonto pero blandito siempre. Por lo menos mi conciencia duerme a pierna suelta. Despues de todo, es un gran consuelo.
Hola Gacela, me gustaría decirte que tu texto me ha afectado casualmente. Hoy, a esta hora ha sido el final de mi cumpleaños, y aunque la historia que dejas deducir a los lectores es muy distinta a la mía, se relaciona en muchos sentidos con mi vivencia.
Mis más sinceros afectos, Gacela.
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