sábado, diciembre 05, 2020

Leyendo... (XV): Cada corazón, un umbral (WOW)

CADA CORAZÓN, UN UMBRAL (de Seanan McGuire)
Edita RUNAS
Premios Hugo, Locus y Nébula 2017
⭐⭐⭐⭐⭐ (5/5)


Buah, me ha encantado TANTO. Lo leí por el club de lectura de La Sombra (librero del bien, librería fetén) y me ha reafirmado en que es una de las cosas más chulas de este año, ser parte de este club y estar descubriendo algunos títulos que probablemente me habría perdido si no.

En este en concreto, el punto de partida es ya la maravilla. ¿Qué pasa con todos esos niños, niñas y adolescentes que visitan mundos mágicos por seguir al conejo a través de su madriguera, traspasar una puerta mágica que nadie más ve, atravesar el espejo, llegar al mundo al otro lado del armario o del baúl en el desván...? No qué les pasa en esos mundos -esas son las historias que nos cuentan a menudo los libros-, sino qué les pasa AL VOLVER, cuando están de nuevo en este mundo sin magia en el que si hablan de lo que han vivido nadie va a creerles, aunque haya podido ser una experiencia super transformadora o de una duración de años que aquí fueran horas o días, porque el tiempo no tendría por qué transcurrir igual al otro lado -mientras Alicia vivía maravillas, aquí solo pasó una siesta de tiempo. ¿Cómo se adaptarían? ¿Qué diagnósticos recibirían, a qué etiqueta delirante reducirían toda su vivencia?

Para mí este libro que explora esto (y que inicia una saga que ahora quiero MUCHO seguir descubriendo), partiendo de una mujer que también tuvo la vivencia en su infancia y juventud de conocer otros mundos "imaginarios" y quedar después atrapada en este mundo "real" y decide crear un espacio seguro para otros como ella, donde sus vivencias no se cuestionen pero sí consigan pasar página o aceptar que difícilmente esa puerta volverá a abrirse, o convivir con la esperanza de que tal vez sí algún día quizá a lo mejor... pero sin poner en ese deseo tanto foco que no puedan disfrutar de nada de la vida que estén teniendo aquí. Un espacio que a esas familias que no pueden escuchar a sus hijos sin el continuo "eso no fue real", se les "venderá" como terapéutico, como sanatorio, como "intentaremos curarles, claro". Pero cuando lleguen a este internado, no hará falta seguir fingiendo, no poder ser ellos mismos... aquí se les cree, se sabe reales esas vivencias imaginarias para quienes entiendan las rigideces de este mundo como única posible: el resto, delirio, psicosis, trauma, mentira, invención para llamar la atención, huida, fuga de qué sé yo (aunque de la cero escucha sería una opción, la verdad).

Esto que cuento (que no desvela nada que no se sepa en las primeras páginas o en la contraportada del propio libro) es el punto de partida de un libro fantabuloso que además guarda dentro una historia de misterio con algunas escenas bastante crudas en medio de una historia que no sé si las pedía pero a mí me sorprendieron en el cambio de tono. Pero esa historia más de misterio en mi lectura y aun haciendo avanzar la trama, quedan bastante en segundo plano ante las posibilidades de desarrollo que presenta el punto de partida del libro, las relaciones que establecen los chavales que han estado en mundos muy diversos (cuando un mundo mágico te llama, habiendo tantos... te llama uno en concreto por algo en concreto), y el propio funcionamiento de esos mundos del que van compartiendo hilos (y que se amplía por lo visto en los sucesivos volúmenes).

Para mí, supongo que como siempre, por las mochilas que ya llevamos y el libro que ya somos cuando abrimos otro, este "Cada corazón, un umbral" tiene una lectura obvia desde la locura, desde esa falta de credibilidad y la puesta en duda constante que recibimos; la falta de espacios para compartir sobre nuestra locura, nuestras voces, nuestras ideas más o menos delirantes, nuestra quiebra cuando por distintas razones este mundo hostil nos daña, esta realidad dañina nos expulsa. Para la mayoría de las compañeras que compartieron impresiones en el club podía hacerse una lectura desde el crecimiento, el dejar atrás la infancia, la búsqueda del Yo, la construcción identitaria en la adolescencia, las despedidas de la inocencia o de las etapas vitales que ya vividas, no volverán.

Con una u otra interpretación, y seguramente muchas otras que se puedan hacer, me ha parecido un libro brillante, con algunos párrafos de enmarcar que abren reflexiones más allá (como las de cómo vivimos el silencio en las niñas y en los niños, cuál y por qué nos hace saltar alarmas y cuál damos por hecho y las consecuencias que eso podría tener bajo este paradigma). En fin. Super disfrutable si las premisas en que se basa no te echan para atrás por esa mezcla de fantasía y realidad, y más disfrutable aún -quizá- si tu propia percepción de lo real y lo imaginario no ha sido siempre compartida por todo tu entorno, con o sin etiqueta diagnóstica de por medio.

Y para una versión más resumida de mi opinión: ¡WOW! (Aunque igual esto debería ponerlo al principio, ¿no? Ains, mi sinsentido).


Puedes leer otras opiniones buscando la ficha del libro en Goodreads o esta reseña en La Nave Invisible. Y puedes comprarlo en Librería La Sombra (que te recomiendo conocer físicamente si vives en Madrid -están en la calle de San Pedro, 20, muy cerca del metro de Antón Martín y de los buses que pasan por la Castellana para llegar a Atocha-, pero si no puedes/quieres, también hacen envíos a domicilio comprándolo online)

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