martes, enero 17, 2017

Historias, historias...

Hoy dejo un poco en suspenso la segunda parte de mis lecturas del año pasado ya que me ronda algo distinto que contar, aunque no me salgo del todo del tema, porque sigue teniendo que ver con libros.

Creo que en los años que lleva el blog, ya habré contado alguna vez que una de las mejores cosas que pudo hacer por mí mi madre de niña fue introducir en mí el amor por la lectura. De pequeña siempre tuve muchos cuentos, que primero me leía mi madre cada noche y prontito aprendí a leer yo misma. Cuando a los cuatro años tuve que pasar bastante tiempo ingresada en hospitales, ya leía de corrido, y devoré la pequeña biblioteca del área de oncología pediátrica de mi hospital, así que cuando los terminé todos empecé a jugar con mi médica y con mi madre a coger un cuento cada una, y leer una frase de cada uno alternativamente. Casi siempre salían cosas sin sentido, pero a veces cuadraban, y cuadrasen o no, me resultaba muy divertido por lo surrealista del cuento final resultante.

También recuerdo con mucho cariño cómo desde bien chiquita no nos saltábamos ningún año la Feria del Libro en el Retiro (¡y eso que una vez me perdí!), y que solía haber un pabellón infantil donde podías tirarte al suelo rodeada de libros que podías leer sin pagar. También nos llevábamos cada año algunos cuentos nuevos a casa, después de un paseo por las casetas.

Años más tarde, durante la época en que vivimos cerca de Alonso Martínez, mi madre me hizo una cuenta en una librería cercana que hoy continúa estando en el mismo sitio, la Antonio Machado, y así yo sola podía ir de casa a la librería, perderme un buen rato en la sección infantil y seleccionar un libro que me llevaría a casa solo apuntándolo en la cuenta que mi madre pagaba mes a mes. En la librería, claro, ya me conocían y se acostumbraron a que fuera cada semana a llevarme algún libro después de pasar largo rato mirando todos los títulos.

Y recuerdo también muy bien la biblioteca del pueblo donde veraneábamos, en la sierra madrileña donde mis abuelos alquilaban una casita. Pasé muchísimo tiempo en esa biblioteca, entre múltiples títulos, yendo sola de la casa de mis abuelos hasta allí y luego vuelta a la casa. Un placer veraniego. Hace no demasiados meses fui con mi chico a ese pueblo de la sierra, en parte por enseñárselo y en parte por recordarlo yo, y ya no existía "mi" biblioteca (supongo que aguantaría como tarde hasta que cerró la Obra Social de Caja Madrid, a quien pertenecía, y que también cerró alguna biblioteca en mi barrio actual), aunque ahora había otra, municipal, que parecía más grande, aunque no pudimos entrar a comprobarlo porque estaba cerrada por ser fin de semana).

En fin, que desde mi infancia vengo disfrutando muchísimo de los libros. Y para mí es algo natural, en mi familia mi hermano también leía mucho desde niño y hemos crecido viendo leer también a mi madre, a mi tía, a mis abuelos... 

Hace ahora poco más de tres años que nació una pequeñita en mi familia, por parte de la familia de mi chico. Desde entonces, además de las bromas por ser tía abuela (mi edad lo desmiente), vemos algo más a mi familia política, y yo procuro que muchas de esas veces que les vemos, llevemos un cuento para la peque. Esa parte de mi familia (exceptuando a mi chico) no tienen libros, no leen por la noche (ni nunca), y yo no quiero que la pequeñaja crezca sin ningún cuento. Pero aunque a ella le gustan y cuando vamos, me pide que se los lea, sí noto que a veces los adultos ven con extrañeza que insista en regalarle cuentos, libros... "ah, otro libro... ¡si ya tiene cuatro!", me han dicho alguna vez, como si fuera un regalo repe. Así que a veces, cuando llevo otro libro envuelto (más), me siento algo transgresora... "¡Mira, es un cuento! ¿Quieres que te lo lea?"

Y también pienso en esas historias que con esta pequeñaja se me quedan en el tintero, algunas porque aún es chiquita para entenderlas y otras porque cuando simplemente regalar un cuento ya es una transgresión, quizá se haga un poco difícil transgredir aún más. Pero ahora que mi prima nos ha dicho estas Navidades que acabaremos el próximo verano siendo uno/a más en nuestra pequeña familia, se me hace la boca agua pensando en los cuentos e historias que podré regalarle. Pienso en copiarle o buscar para regalarle los (ya tres) discos de Un cuento propio, el proyecto de Pandora Mirabilia que busca dar referentes de heroínas a nuestros y nuestras peques, incluyendo en sus discos cuentos y canciones infantiles sobre mujeres reales, científicas, activistas, artistas, aventureras... que poder tener como referentes (yo conseguí los discos en un crowdfunding que hicieron antes de Navidades, pero creo que al menos los dos primeros se pueden conseguir en su web y en algunas librerías). O en la colección "Pequeña & Grande" que hoy veía en una librería, y en la que hay "grandes mujeres para pequeños cuentos", en unos títulos que van creciendo desde el 2014 y que cuentan con protagonistas que van desde la actriz Audrey Hepburn a la aviadora Amelia Earhart pasando por la pintora Frida Kahlo. O la de "Otros héroes, otras princesas" (aunque no entiendo por qué no heroínas en vez de las consabidas princesas), en la que hablan de hombres como el Che Guevara o Eduardo Galeano y mujeres como Violeta Parra o de nuevo Frida Kahlo. O ese libro tan genial que vimos una tarde en la librería Mujeres & Compañía, muy cerquita de Ópera, en Madrid, llamado "Con Tango son tres", que lleva a cuento infantil la historia real de una pareja de pingüinos macho que, en un zoo, empollaron como suyo el huevo que otra pareja había rechazado, y criaron en su pequeña familia alternativa a un pequeño polluelo pingüino al que los cuidadores del zoo bautizaron como Tango.

Historias, historias... para que tanto la peque de ya tres añitos como el garbancito sin definir que aún está en la tripa crezcan con cuentos y libros a su alrededor, y disfrutando de tantas historias como hay ahí fuera. Como me pasó a mí desde bien chiquita...

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jueves, enero 12, 2017

Un año a través de sus libros (I)

Hace dos años, también en enero, me di de alta en la red social de lectura Goodreads (aquí está mi perfil). Desde entonces llevo un registro de los libros que voy leyendo, que también valoro y últimamente reseño brevemente según acabo de leerlos. A principio de cada año, además, me marco lo que ellos llaman el "reto de lectura", que recoge cuántos libros querrías llegar a leer ese año. En 2015 mi objetivo fueron 20 y leí 23, el año pasado subí el objetivo a 24 y leí 29, y para este año lo he marcado en 30. Me gusta ver que voy leyendo cada vez un poquito más, porque ese es uno de mis propósitos de Año Nuevo siempre :-)

Quería traer por aquí un pequeño resumen de esos libros que he leído durante este 2016 que acaba de terminar, aunque igual lo hago en varias tandas para que no salga el post tan largo. Es algo que me gustaría haber hecho tiempo atrás, todos estos años atrás, pero bueno, supongo que nunca es tarde, así que empiezo, Goodreads mediante y comentándolos en su orden de lectura, empezando desde enero:

  • El marciano, de Andy Weir (★★★★): Leí el libro después de ver la película que habían hecho basada en él, y disfruté bastante las dos cosas. Ciencia ficción interesante, un personaje con sentido del humor un poco sucio, una historia de supervivencia... me gustó y hasta se lo recomendé a mi chico, que también lo disfrutó.
  • Musicofilia. Relatos de la música y el cerebro, de Oliver Sacks (★★★★): He leído ya varios ensayos de este autor, que me parece que tiene una capacidad de empatía enorme, y que es un gran divulgador. Este ensayo, como suele ser habitual en sus libros, cuenta la historia de varios de los casos clínicos que ha tratado en su vida como neurólogo, todos relacionados con la música. Muy interesante (ya he regalado alguna vez el libro).
  • Los besos en el pan, de Almudena Grandes (★★★★★): Me encantó. Es un libro de relatos cuyos personajes se entremezclan de unos relatos a otros, dándole así unidad de novela al libro, y contando distintas historias cotidianas de un barrio madrileño en estos años de crisis económica (y sistémica). Me recordó cosas que hemos vivido en el barrio en nuestra etapa en el 15M, desde las recogidas solidarias de alimentos a el ir a apoyar una huelga en uno de los centros de salud del barrio o el poner nuestros cuerpos para detener un desahucio de un vecino. Creo que vale muchísimo la pena leerlo.
  • Medio mundo, de Joe Abercrombie (★★★★): Es el segundo libro de la trilogía de fantasía épica ¿juvenil? (yo creo que es interesante aun siendo adulto, si te gusta este género) de El Mar Quebrado, que había iniciado con ganas el año anterior. Aunque recupera algún personaje y el mundo del libro anterior, la mayoría de los personajes son nuevos y prácticamente se podría leer de forma independiente. Me gustó bastante el personaje principal de Espina Bathu, y en conjunto disfruté del libro :)
  • ¿Vosotros cómo os conocisteis?, de Manel Fontdevila (★★★★★): En este cómic Fontdevila retoma a los protagonistas de su antigua página en El Jueves, Emilia y Mauricio (La Parejita), ya padres de su hijo Óscar. Esta página era uno de los motivos de mi antigua afición a la revista y tengo (creo) todos los recopilatorios que ha ido sacando porque me encantan. Esta nueva entrega no me defraudó en absoluto.
  • ¿Estáis haciendo el amor?, de Manel Fontdevila (★★★★★): Otro cómic que continúa las historias de Emilia, Mauricio y su hijo Óscar. Como el anterior, divertidísimo, Fontdevila y estos personajes siempre me hacen soltar la carcajada. Muy recomendable, espero que continúen con más entregas en el futuro.
  • Nos mienten, de Eduardo Vaquerizo (★★★): Me gustaría conocer más ciencia ficción de autores o autoras españolas, y este es uno de los que leí el año pasado en este sentido. Lo que más me gustó fue la ambientación, muy lograda (una España de dentro de pocos años, mediados del siglo XXI, azotada por la crisis y donde el capitalismo ha acabado de quitarse la poca careta que mantenía, las corporaciones empresariales gobiernan y las desigualdades e injusticias se han magnificado). Interesante.
  • La chica miedosa que fingía ser valiente muy mal, de Barbijaputa (★★★★): Con los artículos de Barbijaputa (entre más lecturas) he seguido aprendiendo de feminismo y me han hecho mucho bien, pese a lo que opinen su legión de trolls y haters (y obviamente, a no compartir siempre todas sus opiniones). En esta novela amable y fácil de leer se entremezcla la historia de amor que vive Bárbara, una joven que comparte con la autora el haber trabajado de azafata de vuelo, con pequeñas dosis de crítica social y alguna reflexión sobre feminismo y cómo nos ayuda a vencer miedos. Me gustó.
  • Cómo ser mujer, de Caitlin Moran (★★★★): Este libro me lo había regalado Bereni-C hacía tiempo y como mi pila de pendientes es gigante, no me puse con él hasta abril del año pasado. La autora, una mujer feminista, habla sobre muchísimos aspectos comunes a muchas mujeres, partiendo de sus propias experiencias, sin perder nunca el sentido del humor ni la ironía. La edición en castellano de Anagrama tiene además muchas notas al pie que sirven para ubicarte un poco entre el mogollón de referencias culturales inglesas que usa la autora (¡debe de ser difícil leerlo en su idioma original, sin conocerlas!)
  • El último día de Terranova, de Manuel Rivas (★★): Lo compré porque la sinopsis de la contraportada me atrapó (Terranova es una librería con 60 años de vida, histórico refugio de disidentes, libros prohibidos y de contrabando, que en el 2014 se enfrenta a la liquidación y al desahucio por culpa de los especuladores ambiciosos). Me decepcionó mucho, aunque la historia (lo que contaba) me interesaba, el estilo narrativo (cómo lo contaba) me sacaba de la novela continuamente, muy artificial y no sé, rebuscado. No sé si es la traducción (el original es en gallego) o el propio Rivas, pero buf :(
  • 2084. Relatos, de varios autores (★★): Lo compré en una de mis librerías favoritas, Traficantes de Sueños, porque me interesó la contraportada (relatos de ciencia ficción de autores actuales, ambientados todos en 2084, 100 años después del 1984 de Orwell). Pero los relatos no me engancharon ni me llegaron mucho, y de hecho a fecha de hoy apenas recuerdo su contenido... pasó sin pena ni gloria.
  • Mi maravillosa librería, de Petra Hartlieb (★★★★★): Una de las adquisiciones de la Feria del Libro del año pasado, me encantó y se me pasó su lectura en un suspiro. Cuenta parte de la historia de la propia autora: cómo en unas vacaciones en otra ciudad vieron una pequeña librería que se traspasaba y cómo se lió con su familia la manta a la cabeza para cumplir su sueño de ser librera, mudándose y reformando la librería y haciéndose cargo de ella, no sin dificultades, hasta conseguir convertirla en un lugar de referencia. Quizá algo edulcorado de más, pero lo disfruté mucho.
  • (H)amor¹, de varios autores (★★★): También de Traficantes de Sueños, es un librito pequeño con distintos artículos que tratan temas relacionados con el amor desde una perspectiva feminista o alternativa, desde el amor romántico y sus defectos, el poliamor, la anarquía relacional, las dependencias... Es interesante aunque tardé mucho en acabarlo (¡y eso que es cortito!) porque me atasqué un poco con algún artículo. En la misma colección hay dos más, que también tengo e irán cayendo.
  • El mundo de la tarántula, de Pablo Carbonell (★★★): Estas memorias de Pablo Carbonell fueron una de mis lecturas de vacaciones, entre playa y piscina. Tienen una estructura de pasajes cortos sin hilar mucho más entre sí que el propio orden cronológico, quizá para facilitar su escritura, pero me gustó leer el libro, la historia de cómo el autor empezó haciendo teatro en las calles y plazas con su buen amigo Pedro Reyes, cómo se formaron Los Toreros Muertos, conoció al Gran Wyoming... muchas anécdotas de la movida madrileña, bastantes noches durmiendo al raso en la calle o trampeando para conseguir un techo, algunos amores... una vida bastante intensa sobre la que leer, especialmente si te interesa el personaje / la persona que es su autor.
Y hasta aquí van la mitad de mis lecturas del 2016, la siguiente mitad la dejo para otro futuro post. Y mientras... a seguir leyendo para cumplir el reto de lectura de este nuevo año :-)

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