jueves, marzo 15, 2018

¿Qué dice de mí que te elija a ti?


Para mí son muy importantes los libros, lo han sido siempre: un sostén, una forma de refugiarme, de dialogar, de imaginar, de acompañarme y soportar soledades; pero también una forma de iniciar conversaciones y de conectar bonito con otras personas. La primera vez que fui a casa de mi ex antes de ser pareja, allá por el 2001, recuerdo la caricia interna, el calorcito dentro, de ver que en sus estanterías había libros que yo tenía en mis propias estanterías también. Años más tarde, cuando ya sí era mi ex, en una fiesta en su casa conocí a la que hoy es su actual pareja y recuerdo también lo agradable de charlar con ella y de pensar "qué chica tan majísima y cuánto pegaría con R." (él estaba con otra chica entonces) porque hablamos horas y horas sobre ciencia ficción y Philip K.Dick. Con mi pareja actual, el niño de ojos sonrientes que tantas veces he traído a este blog, la primera vez que nos vimos en persona en 2006 tras tiempo solo leyéndonos tras la pantalla (ains, el mIRC y la blogosfera de los dosmiles), nos enredamos a hablar de Tolkien casi nosotros dos solos aunque éramos un grupo bastante numeroso, porque como él se mostró muy vehemente diciendo que El Señor de los Anillos estupendo pero que el Silmarillion, menudo truño; a mí me pareció divertido defender el Silmarillion a capa y espada. He dicho en el 2006, ¿verdad? Creo que el año pasado, solo once años y medio más tarde, le dije que quizás es posible que tal vez, ejem, realmente yo no haya llegado a leer nunca el Silmarillion (pero que piense que será un tostón no es la razón, y aquel primer encuentro en persona fue TAN divertido...) 

Esta racha mental difícil de ya más de tres meses me cuesta mucho leer. Como aun así es una parte muy importante de mi vida, de lo que me gusta hacer, de mi bienestar, pero no estoy siendo capaz de continuar las lecturas que tenía empezadas; estoy leyendo algunos libros prestados; otros libros me los lee a veces mi chico, como las historias de mujeres que recoge el libro de “Cuentos de buenas noches para niñas rebeldes”, y hay otros que cuando tengo fuerzas para ir a la biblioteca, saco de la sección infantil. 

El otro día reparé en esos títulos que he ido sacando, porque la verdad es que en la mayoría de los libros que saco de esas secciones infantiles apenas me fijo en de qué irán (muchos no dicen nada apenas), sino en los títulos, las portadas, el dibujo. Y me preguntaba eso, qué dirán esas elecciones tan desde dentro, intuitivas, viscerales… de mí. 

Os digo estos libros que he escogido así, la mayoría como digo, por el título, el aspecto de la portada, si acaso una mirada a una página interior: 


  • TROPECISTA resultó ser una historia de amor entre un muchacho y una chica malabarista especialista en tropezar, pero con qué arte, con qué estilo y qué bonito tropezaba y tropezaba. “Ella ha aprendido a caer como si fuera una patinadora olímpica. Si logra sortear un obstáculo, el siguiente tropiezo es aún mayor, pero tenéis que ver cómo cae. Es formidable.
  • LA NIÑA DE LOS LIBROS, sobre una niña que navega a través de un mar de palabras para llegar a recoger a un niño que vive en una casa gris con un padre que solo habla y mira en números; y juntos emprenden un viaje a través de bosques de cuentos y nubes de canciones hasta que llegan a casa de la niña, de colores e historias; donde el niño podrá ir desde ese momento siempre que quiera, porque a partir de ese momento esa casa y esas historias será su hogar compartido, “nuestro hogar es una casa donde todo se inventa”. 
  • INSEPARABLES, que no habla de una pareja humana, parece, sino de zapatos que llevan juntos en las pies de su niña, su dueña, hasta que un día ya no los va a seguir usando y los tiran. Irán juntos al vertedero, pero unos voluntarios rescatarán uno de ellos, solo uno, que no entiende por qué le limpian, remiendan y le guardan en una caja con un lazo, si él solo no sirve para nada. Quien recibe el regalo, un único zapato, un único calcetín, es una niña que vino de un país en guerra y solo tiene una pierna. Aunque al zapato (desde cuyo punto de vista se cuenta la historia) le pareciera impensable, haber perdido a su pareja, su igual inseparable… no le hace en absoluto inútil. 
  • RABIETAS, que habla de un peque que cuando está contento le es fácil ver todo de color rosa pero si se enfada llega a un rojo intenso intenso que se le acumula en la cabeza y se vuelve una ola grande que le envuelve; y cómo tras recordar que cuando la gente se habla bajito, al oído, en susurros, de cosas lindas, se acerca; y se alejan cuando se gritan porque ya no hace falta estar cerca para oírse, consigue añadir un poco de blanco a ese rojo intenso para volver a hacerlo primero más flojito, luego más rosado y finalmente rosa, como cuando él sentía que todo iba bien. 
  • EL ÁRBOL DE LOS RECUERDOS, que nos cuenta de forma delicada, dulce, amable y tierna cómo los amigos de un zorro que se ha “dormido para siempre” van superando la tristeza por su ausencia recordando los buenos momentos, las risas, juegos compartidos con él... y de esos recuerdos y las sonrisas que llevan de la mano, nace un árbol en el que acaban cobijándose y siendo fuente de vida. 
  • TU FUTURO EMPIEZA AQUÍ, que fue un cómic de la sección juvenil que escogí también sin saber bien de qué trataba. Luego resultó ser una historia de adolescentes y postadolescentes y sus frustraciones individuales por no poder cumplir ni las expectativas propias ni las ajenas, y cómo afrontar colectivamente dentro de los movimientos sociales sus problemas de los que parecían responsables cada uno (eres vago / no te esfuerzas / te da todo igual / haber estudiado / haber estudiado otra cosa...) les da fuerzas para intentar cambios que serían mucho más difíciles si el intento es en soledad. 

Y solo esto es lo que quería recoger. No entrar más en analizar (tampoco puedo escribir ya más rato, me vence el cansancio), pero todos esos libros tienen trozos grandes de mí dentro, y no era súper consciente al escogerlos para llevármelos a casa (desde luego no tanto como tras haberlos leídos).

Me gusta pensar que incluso mi cabeza embarullada, cuyas intuiciones y pensamientos automatizados tantas veces me son dañinos, sí sabe también seguir encontrando libros que, usando esa misma intuición tantas veces envenenada, en esta función en cambio me sirven, ayudan, acompañan, hacen de reflejo y de alguna forma me hacen más fáciles los días. 

Quizá mi futuro empiece ahí...

[Si alguien conoce al autor o autora de la imagen, agradecería si me lo decía para poder darle crédito, enlazar su web si tiene, etc...]

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