Imaginación, emociones, memoria

Los seres humanos tenemos imaginación, emociones y memoria: éstas eran las tres facultades del alma, según el pensamiento antiguo.

Este frase la encontramos en las primeras páginas del libro de Punset que leí hace algún tiempo, "El alma está en el cerebro". En conjunto, el libro no me ha disgustado, pero tampoco me ha dejado con muchas ganas de repetir con algo más del autor, al menos de momento. Podría haber profundizado mucho más en temas interesantes y sin embargo demasiadas veces se contentaba con decir algunas generalidades, sin pasar a concretar más a fondo. Y además -esto ya es una manía personal- me ha acabado resultando irritante tanta alusión a lo que el lector estará pensando, tanto "querido lector".

Pero la frase que he senyalado sí me ha dado vueltas en la cabeza. Imaginación, emociones y memoria. Imprescindibles, claro. Memoria para saber quiénes fuimos ayer, para tenerlo presente hoy. Imaginación para inventar quiénes seremos manyana. Y emociones para que ni lo uno ni lo otro nos sea indiferente...

(A)parte de

Necesito sentirme parte de. Sentir que se me tiene en cuenta, que soy incluida, que soy una más. Y a veces, con algunos grupos, con algunas relaciones que en su día fueron muy importantes, y que en su día, también, debí de estropear sin saber muy bien qué estaba haciendo mal, sin advertencias no-sigas-por-aquí, simplemente estropeándolas... bueno, llego al presente y veo que ya no hay manera de reparar lo que hice ayer o antes de antesdeayer. Y que hoy no estoy ahí, no soy una más, ni menos ni nada, simplemente no estoy, no existo.

Me duele, me desgarra de a poquitos. Porque yo me miro hoy y creo que hago las cosas de manera distinta, que no me cuelgo del cuello del vecino hasta asfixiarle, creo que me reparto mejor y tengo relaciones más sanas, más bidireccionales... pero hay personas que se quemaron en el pasado conmigo y ya ni siquiera parecen tener interés en comprobar si sigo cometiendo los mismos errores o no.

Anoche, mientras navegaba, haciendo tiempo hasta que me entrara el suenyo, volví a ser plenamente consciente de las relaciones que ya no tengo, de los amigos que no lo son, de cuánto echo de menos y de cómo no tengo armas para rehacer el pasado, y cómo ese pasado condiciona sin solución posible el presente. Y me sentí aparte de en vez de ese parte de que necesito. Aparte del grupo, aparte de las risas, aparte de los encuentros, aparte de las propuestas. Aparte de todo. Y volví a sentirme chiquita, apartada como hace muchos anyos, como una munyeca rota olvidada en un rincón, como el columpio de la foto, oxidándose por momentos en medio de ninguna parte.

Justo lo que me hacía falta...

[La imagen que encabeza este post pertenece a la Galería que Jimmt tiene en Flickr. Puedes visitarla haciendo click en su nombre.]