...de la tierra de los suenyos, del trabajador minero,
si probaste su manzana, te enganchará su veneno,
de los golfos como yo, de los cielos como tú,
el jardín de Adán y Eva estaba en territorio astur.
Cubos de la Memoria, en Llanes (¡más descoloridos de como yo los recordaba!)
Continúo la entrada anterior, pero ya me centro en Asturias. De ella visitamos Llanes, de la que lo que más me llama la atención son los
Cubos de la Memoria, obra del artista Agustín Ibarrola sobre el puerto de Llanes. Esta vez me pareció que el mar inevitablemente se iba comiendo el color (y lo he podido comprobar en fotos que tenía de visitas anteriores), pero me sigue pareciendo una obra genial. Paseamos mucho por Llanes, el casco antiguo, el paseo al lado del mar bordeando los acantilados, llegamos hasta el faro y la estatua de la mujer que está eternamente esperando a que su hijo o marido marinero vuelva (sigh).
Gigantes en el Mercau Astur de Porrúa
De Llanes nos acercamos a Porrúa, un pueblo cercano que celebraban un Mercau Astur. Nos dieron en Llanes, en la oficina de turismo, un folleto que animaba a ir y no lo dudamos. A mí me recordó a los mercados medievales en los que he estado, solo que con más productos típicos de Asturias, y también hubo un pasacalles con música tradicional y gigantes como el de la foto, con el que un ninyo se llevó un susto que acabó en disgustazo y tremenda llorera, el pobre.
Vista de Covadonga, tras las cruces
Otro día, cómo no, tocó visita a Covadonga y los Lagos. Parece que en agosto no dejan subir con coches particulares a los lagos, pero no hubo problema, porque se pueden dejar en varios aparcamientos de camino hasta Covadonga y coger uno de los autobuses que salen cada quince minutos. Nosotros dejamos el coche abajo, en Cangas de Onís, y cogimos unos billetes que duraban todo el día, así que la mañana la pasamos más arriba, en los lagos, luego bajamos a comer a Cangas y luego volvimos a subir hasta Covadonga, todo con el mismo billete.
Lago Enol y Picos de Europa
En los Lagos de Covadonga, ya en la entrada de Picos de Europa, hay varias rutas de senderismo que se pueden hacer para ver los lagos desde distintas vistas. Nosostros cogimos la más cortita (y aún así me costó!) y, como era pleno agosto, la compartíamos con muchos otros visitantes. Vimos el lago Enol, el Ercina, y las muchas vacas que campan a su aire por todo el prado. Y si echabas la vista arriba, a las montanyas, yo creo que lo que se veía blanco seguía siendo nieve... ¡en agosto! Cuando íbamos en autobús de bajada, muchas veces tuvimos que parar por vacas en medio de la carretera, y el conductor nos dijo "
cuidado, que las vacas aquí son sagradas... ¡pero abajo nos las comemos!" :-)
Otra vista de Covadonga
Después de haber descansado comiendo, volvimos a subir, esta vez hasta medio camino, hasta Covadonga. Aunque yo no tenga ningún sentimiento religioso, es verdad que es una gozada ver aparecer el edificio entre las copas de los árboles, es una imagen bien bonita. Aprovechamos allí también para escribir alguna de las postales que teníamos pendiente enviar, y después de despedirnos de la basílica, la Santina y la estatua de Pelayo, bajamos otra vez hasta Cangas.
Puente romano en Cangas de Onís
En este punto del día estábamos bastante agotados, pero quisimos dar una pequenya vuelta por Cangas de Onís. Yo me desorientaba un poco porque tomaba el río como referencia, pero a Cangas la cruzan dos ríos, así que una y otra vez no sabía dónde estaba. Esta vez había mucha más gente en el Puente Romano y era difícil conseguir fotos sin gente, y había muchas personas bañándose en el río bajo el puente -es verdad que hacía calor, nos ha hecho un tiempo impresionante-.
Y más o menos esto fue cuanto vimos de Asturias. Me quedé con las ganas de volver a Ribadesella, pero el día que fuimos el tema de aparcar estaba imposible y nos tuvimos que ir, una lástima.
En fin, que han sido unas vacaciones luminosas y completas en companyía de ese ninyo que basta que sonría para que yo me deshaga. Playa, sol, campo, montanya, rutas, visitas... una gozada que estoy deseando repetir. De nuevo, momentos que hemos plasmado en fotos con las que poder paliar esos otros momentos más grises, más comidos por la rutina o por las ausencias. Y nada, ahora... ¡a esperar la próxima!
[La primera estrofa del post pertenece a una canción de Melendi -sí, hay canciones suyas que me gustan y todo, anatema!-, las fotos que aparecen en el post son nuestras y las puedes ver en grande haciendo click en ellas]