Regreso
Tiempo sin escribir por aquí, lo que puede responder a haber estado bien, reconstruyendo la vida fuera de la pantalla, o a haber estado mal, rodeada de esas paredes blancas y mesas verdes. Esta vez, afortunadamente, la ausencia tiene buenos motivos: como dije, fui asegurando cada paso hasta que fui dejando atrás el tiempo de cojear y una manyana me encontré con dos cosas buenas: la primera, que estaba de vacaciones, y la segunda, que tenía que ir al aeropuerto a recoger a mi ninyo de ojos sonrientes, que ya estaba de vuelta (lo que significaba que yo, con la ayuda de mi gente, había conbseguido superar otro bache de su ausencia).
Como suele suceder, primero creí que se me hacía tarde para llegar al aeropuerto a tiempo, así que cogí un taxi que me llevó a Barajas a cambio únicamente de un ojo de la cara y de medio riñón -y de oír la Cope en el trayecto, que también duele-. Cuando llegué allí (diez minutos antes de lo esperado) y miré las pantallas, el vuelo estaba retrasado media hora (juro que había consultado el vuelo en la web del aeropuerto cuando salí de casa, y decía que llegaba a la hora programada). En fin, media hora no es mucha espera, y ahí que me puse a esperar... luego el vuelo ya estaba en tierra pero nadie salía por las puertas (vamos, salir salía gente, pero nadie a quien yo llevara un mes esperando como agua de mayo), y más tarde el ninyo de ojos sonrientes me llamó al móvil para decirme que sí, que habían aterrizado pero que al parecer había un problema con la compuerta de carga y no podían recoger sus maletas hasta que un mecánico llegara y solucionara el problema. Así que una hora y pico más tarde mi chico salió por la puerta (como se ve, el taxi que cogí fue súper necesario).
En fin, lo importante es que aguanté el mes que tuve que pasar sola, sabiendo que no estaba sola del todo. Y que mi chico volvió, nos fuimos de vacaciones, las disfrutamos... y que aquí estamos de vuelta, todavía de vacaciones pero ya por pocos días, porque en septiembre comenzamos de nuevo a trabajar. Y yo, por mi parte, volveré por estas tierras que he tenido abandonadas este mes y medio. Entre otras cosas para hacer el post de Postales VI: Tierras astures y cántabras (si alguno se preguntaba dónde hemos pasado las vacaciones, ahí tiene la respuesta).
Ahora estamos mitad haciéndonos a la idea de haber vuelto, mitad echando de menos los días que hemos pasado fuera. Yo los hubiera alargado más si hubiera podido, porque las vueltas siempre me cuestan (es curioso, me pongo nerviosa antes de irme de viaje, me angustio cuando el viaje se acaba... pero lo disfruto tanto mientras estoy en él que bien vale la pena :-)
Y poco más... que aquí estoy de vuelta, poniéndome al día. Y si estáis en la misma situación, buen regreso de vacaciones, que el choque con la realidad no os resulte muy duro!
Como suele suceder, primero creí que se me hacía tarde para llegar al aeropuerto a tiempo, así que cogí un taxi que me llevó a Barajas a cambio únicamente de un ojo de la cara y de medio riñón -y de oír la Cope en el trayecto, que también duele-. Cuando llegué allí (diez minutos antes de lo esperado) y miré las pantallas, el vuelo estaba retrasado media hora (juro que había consultado el vuelo en la web del aeropuerto cuando salí de casa, y decía que llegaba a la hora programada). En fin, media hora no es mucha espera, y ahí que me puse a esperar... luego el vuelo ya estaba en tierra pero nadie salía por las puertas (vamos, salir salía gente, pero nadie a quien yo llevara un mes esperando como agua de mayo), y más tarde el ninyo de ojos sonrientes me llamó al móvil para decirme que sí, que habían aterrizado pero que al parecer había un problema con la compuerta de carga y no podían recoger sus maletas hasta que un mecánico llegara y solucionara el problema. Así que una hora y pico más tarde mi chico salió por la puerta (como se ve, el taxi que cogí fue súper necesario).
En fin, lo importante es que aguanté el mes que tuve que pasar sola, sabiendo que no estaba sola del todo. Y que mi chico volvió, nos fuimos de vacaciones, las disfrutamos... y que aquí estamos de vuelta, todavía de vacaciones pero ya por pocos días, porque en septiembre comenzamos de nuevo a trabajar. Y yo, por mi parte, volveré por estas tierras que he tenido abandonadas este mes y medio. Entre otras cosas para hacer el post de Postales VI: Tierras astures y cántabras (si alguno se preguntaba dónde hemos pasado las vacaciones, ahí tiene la respuesta).
Ahora estamos mitad haciéndonos a la idea de haber vuelto, mitad echando de menos los días que hemos pasado fuera. Yo los hubiera alargado más si hubiera podido, porque las vueltas siempre me cuestan (es curioso, me pongo nerviosa antes de irme de viaje, me angustio cuando el viaje se acaba... pero lo disfruto tanto mientras estoy en él que bien vale la pena :-)
Y poco más... que aquí estoy de vuelta, poniéndome al día. Y si estáis en la misma situación, buen regreso de vacaciones, que el choque con la realidad no os resulte muy duro!
Ardid susurró... Carlos Leo Mahecha susurró... nosoyyo susurró... LastChild susurró... A.L.Zarapico susurró... O SuSo susurró... susurró... La_Joly susurró... Escribir es seducir susurró... 315517 susurró... 315517 susurró...