martes, mayo 19, 2020

Personas maravillosas haciendo cosas maravillosas: sociología ordinaria

Con algunas amigas repetimos la broma de que mogollón de acciones desde vergonzosas a totalmente banales ganan mucho si las presentas poniendo delante un "en estos tiempos inciertos" (o similar: días grises / tiempos oscuros / ...) y acabas con "es un acto revolucionario" (o similar de nuevo: de resistencia / ...) Así, en esos tiempos grises, asaltar la alacena de madrugada para ponerte ciega a donuts es un acto de resistencia (¡tener alacena casi lo es en sí mismo ya!). Llevar siete días y alguno más sin ducharte es un acto revolucionario que nos hermana en la lucha (que no en la ducha, por lo visto). Escribir tontadas pretendidamente serias en posts públicos de Facebook, correos genéricos y blog semi_invisible, en estos días grises sin abrazos, es una forma de resistencia colectiva. Y desde luego, reírse de una misma a la menor oportunidad, con ganas y sin humillaciones, es, hoy y siempre, una forma (estupenda) de resistencia.

En los penúltimos tiempos (inciertos) he tenido la oportunidad de conocer más y mejor (y siempre con ganas de más aún) a un puñado de personas bonitas. De ellas, algunas están vinculadas de distintas maneras a Sociología Ordinaria (la sociología mejor, como la vida pirata), y también a las jornadas periódicas que desde ahí organizan y que esta semana llegan a su octava edición: https://www.facebook.com/events/239771994065268/

En estos tiempos inciertos, que desde la organización de algo/todo/nada/, en su convocatoria se lean frases como "os proponemos pensar juntas y revueltas sobre cómo tejer redes, alianzas y sostenes que permitan hacer y decir, estar y vivir, sentir y contar, imaginar y erradicar, desear, defender y posibilitar", y resuman las lineas temáticas en:
* Sostenes de andar por casa (Cuidados, redes, vivires)
* Ni contigo ni sin ti tienen mis males remedio (Articulaciones y alianzas)
* Haciendo y deshaciendo se va aprendiendo (Ecologías de saberes)
...eso, en estos tiempos inciertos ¡y en cualquier tiempo!, es un acto de resistencia; y leerlo y saber a amigas y personas valiosas implicadas o/y sobrevolando cerca hace que la tripa se hinche así grande entre orgullo y calor y admiración y cariño (y vale, posiblemente también los donuts que me comí de madrugada). 

En estos tiempos inciertos, organizar unas jornadas de Sociología en cuyo programa se mezclan comunicaciones como "La cama como espacio de resistencia", "Señoras hasta el coño. Chascarrillos e historietas de una vida laboral (de mierda)" o "Activismos Blanditos" es no solo un acto revolucionario sino también esperanzador. 

Y bueno, que no me enrollo más (aunque adivinaréis que en estos tiempos oscuros, ser incapaz de resumir o de hacer frases que no tengan dentro siete subordinadas... ¡es un acto de resistencia!)

Este miércoles 20 y jueves 21 de mayo (sí, mañana y pasado, no soy un hacha en avisar con tiempo) tenéis un programón al que podéis asistir virtualmente y sin ningún coste económico. Aquí está la info de la sala que se utilizará en ZOOM y del canal de YouTube de MediaLab Prado que se usará también cuando se agoten las plazas en la sala habilitada en ZOOM: https://sociologiaordinaria.com/2020/05/14/8-encuentros-de-sociologia-ordinaria-programa-de-actividades/

Y por aquí está también la constatación de que gente bonita juntándose para hacer cosas bonitas, eso no nos lo daba la vieja normalidad, pero lo hacíamos; y no nos lo da el extraño confinamiento actual, pero encontramos cómo hacerlo y lo hacemos; y tampoco nos lo dará la nueva normalidad indeseable que probablemente nos ofrezcan las instituciones y sus normativas... pero seguiremos encontrando maneras y gente con la que construir bonito otras anormalidades en las que sí tener lugar, sitio, voz, encuentros, cuidados, risas... y lo que surja ;-)

(Yo en este presente de confinamiento y mascarillas tengo cero capacidad de anticipar cómo voy a encontrarme de un día para otro, e incluso en el mismo día, y ya fallo bastante al predecir sobre mi humor dentro de quince/veinte minutos. Así que ni idea de si podré conectarme y seguir online las jornadas. Pero en todo caso, esté o no en la práctica, habrá seguro por ahí un trocito hipotético de mí que habría descansado y dormido bien estas noches, no tendría mogollón de ansiedad ni las neuronas derretidas, no habría despertado con pesadillas tremendas ni tendría bronquillas en casa ni malestares petando su cabeza o la de amigas y vínculos queridos. Son muchos ysi's, suena algo difícil para conseguir estar en la práctica, pero quién sabe...)



MÁS INFO SOBRE LAS JORNADAS DE SOCIOLOGÍA ORDINARIA (y su programa en la octava edición)
JUNTAS Y REVUELTAS: Redes, alianzas y sostenes en tiempos de Covid19
(20 y 21 de mayo, online, abiertas y gratuitas):

Sociología Ordinaria Ocho
Juntas y revueltas:

redes, alianzas y sostenes
(en tiempos de Covid-19)
Dónde: Plataforma Online de
Medialab-Prado (Madrid)

C/Alameda 15

Cuándo: 20-21 de mayo
Cómo: Libre y gratis

20 de mayo
10:30-11:00 Presentación Ordinaria y chequeo plataforma

11:00-12:00 Vecinas
Comunicación: Juan Antonio Sánchez Morales  Seguir en Campillo de Adentro. +info
Comunicación: Pablo Fernández y Guillermo Jurado  Un grupo de cuidado: Videollamadas, redes de apoyo y horizontalidad. +info

12:30-13:30 Resistencias Confinadas
Comunicación Enrique Cañadas Fernández, César Cañadas Fernández – La abuela no puede estar triste. +info
Comunicación Diego Morera, Tatiana Poggi y Alba Vellosillo – La cama como espacio de resistencia. +info


16:00-18:00 Alianzas
Comunicación Javier Caballero Ferrándiz – El cuñado de la asociación de vecinos como resistencia y potencia del grupo, la asamblea o el proceso participativo en general. +info
Comunicación Joy González-Güeto – El diario posible en espacios blancos: Academia, pestes y cuerpo negro. +info
Comunicación Solange Farah Navas Torres y Ana Barbudo – ¡Quinto, levanta, tira de la manta! Victimarios y dignidad en tiempos del precariado. +info
Comunicación Clandestinas y descolectivas – Señoras hasta el coño. Chascarrillos e historietas de una vida laboral (de mierda). +info

21 de mayo
11:00-12:00 A nuestra onda
Comunicación Rocío Pérez Domenech y María Juárez González – Activismos Blanditos. +info
Comunicación Alexis Nando, Alba Vellosillo, Lizeth Serna, Jorge Navas – Habitando la 40tena. +info

12:30-13:30 Modos de hacer
Comunicación Comisión de Pistas Públicas de Baile de MAD for Swing (Asociación Swing Madrid) (Javier Torán + Aitor Casero) – Más allá de la palabra: Música, baile y vecindad. +info
Comunicación Lab. Acciones Híbridas en el paisaje: …Claudia, Conchi, Bea, Alberto, Marina, Irene, Oliver, Patrick, Ujivala, Detty, Fernando, Pietro, Jules, Valeria, Elisabeth, Jorge, Julio, Paco, Concha… – Acciones Híbridas en el Paisaje: Aprendiendo de lo cotidiano+info


16:00-17:00 La COVID es ordinaria
Comunicación Andrés Jaque + Iván López Munuera – Arquitecturas de la Covid.
Comunicación Pablo Santoro – Sociologías de la Covid: pasado, presente, futuro.

17:30-18.30 Guateque en mi kelly
Comunicación Massimiliano Casu – Quedamos a las ocho: alianzas musicales de balcón,
normas vecinales y dúos dinámicos. 
+info

Comunicación Victoria Acebo y Manuel Alba – Ecologías espaciales: bares, fiestas y whatsap. +info


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lunes, mayo 18, 2020

Picos de angustia en tiempos del coronavirus

(Fotografía propia: "¿Recuerdas cuando mi Sombra no me daba miedo?")

Sigo buscando con escaso éxito un sitio donde se pueda gritar, patear, gritar y gritar más aún, gritarlo todo, gritarme entera, revolverme entera, gritar fuerte, desgañitarme en el grito, gritarme entera hasta que haya dejado por fin algo de sitio libre dentro, que podrá acoger chistes, risas, confianza, esperanza y sueños, una vez liberado del enorme GRITO que guardo dentro y que, breaking news, me está devorando.

Lo necesito bastante más que el comer: irme a gritar, romper cosas viejas que a nadie le importen, dar patadas al suelo, al aire, gritar-gritar-GRITAR, GRI-TAR, G-R-I-T-A-R!!!!!!

Y a ser posible... 
sin que vengan las siempre al quite fuerzas del orden y la seguridad (SU orden, SU seguridad) a decirme que eso no puede hacerse, que no puedo interrumpir el descanso de los vecinos (posiblemente también insomnes por la mierda de mundo que compartimos, porque tampoco tienen donde gritar su daño dentro), que si no pienso lo que estoy haciendo, que a lo mejor es que quiero meterme en problemas (¡¿más?!)

¿Dónde se puede gritar el dolor que llevamos dentro sin que implique llamadas a la policía, al SAMUR, sin que implique que se nos lancen al cuello personas bienintencionadas (ejem, o no) decididas a enmudecernos porque mira cómo está la pobre, está fuera de sí?

Eso que  (os)  escandaliza tanto, cuando se llega a estar fuera de sí... eso es lo que yo llevo dentro de mí, devorándome, arañándome desde el interior, porque si lo saco fuera no podéis con ello o solo se os ocurre romperos también al verme o/y lanzarme culpa además (cómo os hago esto, es que hay que ver).

O acudir a esas normativas, personas sabias: 

te vas a hacer daño
se van a preocupar los gatos
                            los vecinos
no te des así en la cabeza
respira conmigo

Muy bien todo.

Pero llevo días... o sin descanso, seguro, al menos horas, no sé cuántas... con un enorme grito ensordecedor dentro, ¿qué digo uno? Serán ya seis, siete, diecinueve... que, gritos brutales desesperados naciendo a borbotones desde lo más hondo de mis entrañas, me están haciendo trizas el alma, la voluntad, la esperanza, el corazón.

Un Yo quebrado queda en el suelo, recuerdo ensombrecido de lo que fui.


🐾🐾🐾🐾🐾


¿Y quién está conmigo intentando sostener este daño que me parte?

Una gata.
Menos es nada.

Hay dos adultos y otro gato en el salón mientras yo exploto aquí en añicos.
Pero Lucky está durmiendo en una esquina del cuarto.

Todo bien entonces, ¿no?

(SPOILER: NO)


(Explorando imágenes en la angustia: gatos, explosiones, dramas, Sombras)

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viernes, mayo 08, 2020

Desesperanza(s) en tiempos de coronavirus

I.

Mi(s) desesperanza(s) empiezan aquí: me di permiso para un "todo vale" (solo llorar, dormir, comer, llorar, comer, apatía total, comer, subidón de medicación, comer, llorar, mirar el techo, comer, crisis de ansiedad, comer, llorar, disociación, comer, llorar, ataque de rabia, mirar al techo, comer, despersonalización, dormir, comer...) porque había que sobrevivir y estas semanas pasarían, ya veríamos luego, ya nos pondríamos con eso después.

Pero no, no pasará (no en breve). No hay un después ni un luego a la vista en el horizonte, con grandes diferencias sobre el difícil día a día en el que ya estamos.

Y reinventar una vida apetecible, una vida que quiera vivir, desde aquí y con estas nuevas reglas, me parece ahora mismo imposible. Se me deshacen los vínculos en las manos como arena, se me difumina el futuro, se me oxida la imaginación y la capacidad de verme (ya no siquiera feliz, solo verme) en ese mañana de reglas, juicios, aislamientos, soledades, cargas de cuidado y vacío y pena que me engulle mientras yo me engullo a mí misma entre paquete de Donuts y paquete de Donuts.

Mi Desesperanza me está socavando dentro y vaciando de vínculos y proyectos.

No sé bien cuándo empezar a preocuparme.
Quizá debí empezar ya hace días.
Quizá vuelvo a llegar tarde a mi propio grito.
Quizá tampoco importa mucho nada de esto.
No sé si vale la pena.

La alegría, ya voy viendo que no.

(Imagen de Henn Kim)


II.

Parecemos estar posponiendo la vida... ¿pero para cuándo? Si lo que parece es que no va a volver nada de lo anterior, ¿no nos estamos engañando?

Llevamos años construyendo una manera de estar en el mundo basada en el apoyo mutuo, los vínculos, el reconocimiento de las interdependencias y vulnerabilidades y la potencia de compartirlas y sostenernos juntas...

Y ahora parece que hay que inventar de cero otras maneras de estar en el mundo que encajen en unas reglas nuevas radicalmente diferentes. En ellas, colectivo es igual a riesgo; todo el mundo ha adquirido una capacidad de enjuiciar al resto acojonante y la pérdida de libertad, derechos, empatía y capacidad de decidir sobre nuestras vidas, casas, afectos (cuándo salimos, con quién vivimos, con quién nos relacionamos a distancia, a quién podemos abrazar y quién no, para qué podemos encontrarnos, cómo y dónde, y para qué no...), toda esa vigilancia y robo de nuestra agencia encima está legitimadísima socialmente porque hay un riesgo vital sobrevolándonos, no podemos ser irresponsables.

Qué parte de esa responsabilidad se utilizará (o ya se está haciendo) como desactivación de movimientos sociales,
no importa.
Qué parte para vetar espacios y momentos de encuentro,
no importa.

Y si ese mundo nuevo construido como fortaleza porque, sí, el riesgo vital es real y tangible...
si ese mundo nos pone en riesgo vital a quienes necesitamos del apoyo mutuo y los proyectos colectivos de transformación social para dar un sentido a nuestros días,
eso,
por supuesto...
no importa.

Yo así no sé si puedo.

No sé ni si quiero,
siquiera.

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