Golpe amortiguado
En enero llegó el golpe que había estado anticipando meses y perdí algo que me había ayudado a sostenerme en pie durante anyos. Se deshizo el regalo y me quedé sentada frente al charquito que dejó el hielo al deshacerse.
Aún no soy del todo conscente de lo que he perdido y del largo camino que tengo por delante si es que alguna vez consigo tener un trabajo que me llene de la misma manera. Porque no he recibido del todo el golpe, ya que este mes entero mi pareja ha estado de vacaciones y hemos estado juntos muchísimo tiempo. Ha sido una suerte porque ha amortiguado el golpe, entre otras cosas nos hemos ido casi una semana a una casa rural y me ha acompanyado a hacer los papeleos que me ha tocado hacer, aunque aún quedarán más y esos tocarán ya en febrero, sin él.
He sido la trapecista que se caía al vacío para luego comprobar que había red unos metros más abajo. Estoy confundida, pero el golpe de momento no ha hecho todo el danyo esperado. Aunque no puedo dejar de temer que el próximo mes, cuando no le tenga a mi lado para llenar el vacío de los minutos lentos arrastrándose por el salón, cuando de nuevo la casa se me haga grande y hueca, cuando me dé cuenta de lo que he perdido y de todas las dificultades que asoman por la ventana... entonces sí me venga abajo, cabeza hecha un remolino difícil de controlar.
Tengo posibles planes futuros, posibles alternativas para llenar el tiempo, pero algunas me dan miedo y otras se me antojan demasiado complicadas en esta etapa (y otras las dos cosas juntas). Supongo que tendré que sacar fuerzas de flaqueza y enfrentarme a alguno de esos miedos que normalmente me dominan, si no quiero quedarme paralizada y por tanto estancada, petrificada en el sitio, sin poder moverme. Pero realmente hoy me pregunto cómo voy a hacerlo, cómo seré capaz.
Creo que me estoy cayendo de la red que había bajo el trapecio. Dicen que el suelo está ahí mismo, que es tan solo un pequenyo salto que cualquiera puede dar sin miedo a torcerse un tobillo. Yo no soy capaz de mirar más abajo, y no veo el suelo, así que imagino metros y metros de caída en picado. Pero quizás, igual que no sabía que había red y ésta fue capaz de amortiguar el primer golpe, quizás la caída que me espera ahora no sea tan grave. Eso espero...
Aún no soy del todo conscente de lo que he perdido y del largo camino que tengo por delante si es que alguna vez consigo tener un trabajo que me llene de la misma manera. Porque no he recibido del todo el golpe, ya que este mes entero mi pareja ha estado de vacaciones y hemos estado juntos muchísimo tiempo. Ha sido una suerte porque ha amortiguado el golpe, entre otras cosas nos hemos ido casi una semana a una casa rural y me ha acompanyado a hacer los papeleos que me ha tocado hacer, aunque aún quedarán más y esos tocarán ya en febrero, sin él.
He sido la trapecista que se caía al vacío para luego comprobar que había red unos metros más abajo. Estoy confundida, pero el golpe de momento no ha hecho todo el danyo esperado. Aunque no puedo dejar de temer que el próximo mes, cuando no le tenga a mi lado para llenar el vacío de los minutos lentos arrastrándose por el salón, cuando de nuevo la casa se me haga grande y hueca, cuando me dé cuenta de lo que he perdido y de todas las dificultades que asoman por la ventana... entonces sí me venga abajo, cabeza hecha un remolino difícil de controlar.
Tengo posibles planes futuros, posibles alternativas para llenar el tiempo, pero algunas me dan miedo y otras se me antojan demasiado complicadas en esta etapa (y otras las dos cosas juntas). Supongo que tendré que sacar fuerzas de flaqueza y enfrentarme a alguno de esos miedos que normalmente me dominan, si no quiero quedarme paralizada y por tanto estancada, petrificada en el sitio, sin poder moverme. Pero realmente hoy me pregunto cómo voy a hacerlo, cómo seré capaz.
Creo que me estoy cayendo de la red que había bajo el trapecio. Dicen que el suelo está ahí mismo, que es tan solo un pequenyo salto que cualquiera puede dar sin miedo a torcerse un tobillo. Yo no soy capaz de mirar más abajo, y no veo el suelo, así que imagino metros y metros de caída en picado. Pero quizás, igual que no sabía que había red y ésta fue capaz de amortiguar el primer golpe, quizás la caída que me espera ahora no sea tan grave. Eso espero...
Ardid susurró... Isabel Tejada Balsas susurró... Escribir es seducir susurró... susurró... terminus susurró... La Señorita Cuerda susurró... 315517 susurró... Polly Harvey susurró... Recomenzar susurró... iralow susurró... Camaleona susurró... Roja Escarlata susurró...